Además de las grandes repercusiones a nivel atmosférico, la emisión de estos VOC en espacios reducidos como es una cabina de un camión implica unas repercusiones sobre la salud del conductor y pasajeros a nivel alérgico, con irritación de ojos y otras reacciones alérgicas clásicas. Por ello, desde Volvo Trucks han empezado una guerra contra estos compuestos orgánicos volátiles, guerra que después de varios meses de investigación han conseguido vencer.
Lars Martensson, director ambiental de Volvo Trucks ha explicado el objetivo de la marca: "Nos hemos centrado en reducir al mínimo las emisiones de los materiales de la cabina y en evitar que entre la contaminación a través del sistema climático. De esta manera hemos logrado reducir significativamente el olor y la cantidad de partículas y sustancias orgánicas, como el formaldehido".
Respira mejor
De esta forma, la nueva gama de Volvo Trucks ha sustituido los materiales y productos químicos presentes en los materiales plásticos y en el cuero utilizado en los asientos, sistema de dirección con ruedas y componentes de decoración que resultaban más tóxicos por otros menos nocivos. De esta forma se reduce el riesgo potencial y además desde las cadenas de montaje de Volvo también se han eliminado los procesos de creación con presencia de cromo, lo que ha provocado la reducción de emisiones de COV y un menor riesgo de alergias.
Además, para evitar que las partículas de contaminación del aire entren en la cabina, el aire pasa a través de una combinación de dos filtros activos, mientras que los materiales que componen las nuevas cabinas del Volvo FH son más gruesos y densos para satisfacer las normas contra incendios. Prueba de todo el trabajo realizado por Volvo Trucks, todos los tejidos, plásticos y cueros que forman la cabina han sido certificados bajo la normativa Oeko-Tex Standar 100, lo que significa que no contiene ningún nivel de las sustancias peligrosas.
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