Este proceso ha venido marcado por las circunstancias y el accionariado privado de Scania se ha visto en la obligación de vender sus participaciones a Volkswagen. Ahora, el gigante alemán controla el 98,2% del capital del fabricante y el 99,02% de los derechos de voto, quedando excluidas de la cotización en bolsa el restante de las acciones que no han sido vendidas a Volkswagen, ya que el plazo para ejecutar la venta se cerraba a finales del pasado mes. Por eso, se puede hablar de un control absoluto de Volkswagen, con un fin muy claro.
Gigante de gran peso
Sin duda, Volkswagen es uno de los grupos empresariales con más fuerza del mundo de la automoción, aunque con objetivos en otro tipo de vehículos. Sin embargo, la adquisición de Scania y la asociación con MAN crean un nuevo gigante de los vehículos industriales y de transporte, capaz de competir con las otras dos grandes propuestas del mercado como son Daimler Trucks y Volvo AB. Ambas partes han sido conscientes de que este proceso era beneficioso para ambos y ha trascurrido sin muchas complicaciones.
Tanto Martin Winterkorn en representación de Volkswagen como Martin Lundstedt, presidente de Scania, saben que este acuerdo en el que ambos han tenido mucho que decir supone la perfecta integración operacional de los vehículos pesados y utilitarios de MAN, Scania y la propia Volkswagen. Estaremos atentos a los próximos movimientos.
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