Para el año 2018, el Grupo Volkswagen planea lanzar el sucesor espiritual del Volkswagen XL1. Será denominado XL3 y mantendrá su filosofía de diseño, concepción y economía de consumo pero con una gran diferencia final respecto a su antecesor, su precio. El original partió en su momento de los 120.000 Euros mientras que el XL3 lo hará con cifras entorno a los 30.000 Euros, lo que permitirá aumentar el público objetivo del modelo.
Será puesto en escena como parte del plan de la marca de renovar la imagen de sus modelos diésel que tanto daño ha provocado con el Dieselgate. Por el momento se desconocen los detalles de su exterior aunque la fuente afirma que el diseño de los grupos ópticos delanteros, de tipo LED, serán en forma de C y con el borde azul.La unidad de potencia estará formada por un motor gasolina 1.4 TFSI con desconexión de los cilindros y un pequeño propulsor eléctrico localizado dentro de la caja de cambios. La batería será de pequeño tamaño y en conjunto, la mecánica será capaz de enviar al eje delantero más de 170 CV de potencia. La transmisión será automática, tal vez ya se incluya con la nueva caja de 10 relaciones y dos embragues.
El consumo medio se estima por debajo de los 3,0 Litros/100 Km y se podrá conducir durante unos pocos kilómetros en modo 100% eléctrico, recargando las baterías a través del alternador y al regenerar energía en las frenadas.
A diferencia del Volkswagen XL1, el XL3 compartirá plataforma con otros modelos del grupo, reduciendo drásticamente los costes de desarrollo y producción. La marca no ha confirmado que plataforma montará aunque todo apunta a que sea la MQB para mecánicas en posición transversal. Dispondrá de dos plazas y un pequeño maletero detrás.
Volkswagen XL1
Además del espectacular diseño aerodinámico de la carrocería del Volkswagen XL1, su reducido peso de 795 Kg era su segunda arma para ser capaz de reducir al máximo el consumo de combustible. De los 795 kg que pesa, 153 kg corresponden al chasis, 230 kg a la carrocería, 227 kg al sistema de impulsión, 105 kg a la electrónica y los 80 kg restantes a elementos de equipamiento. En esta ocasión, la mecánica de combustión estaba formada por un diminuto motor diésel de 2 cilindros y 0,8 Litros de cubicaje unido a otro propulsor eléctrico.
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