Los superdeportivos de edición limitada de Ferrari son la colección definitiva para muchos aficionados y coleccionistas. El conjunto formado por el Ferrari 288 GTO y los modelos que lo sucedieron como máximos exponentes de la deportividad y la tecnología de la fábrica de Maranello, los F40, F50, Enzo y el último LaFerrari, son algunos de los deportivos más raros y deseables de todo el panorama del motor.
Solo algunos pocos disponen de al menos una unidad de cada uno de ellos, no solo por su alto precio, superior en muchos casos a la etiqueta de venta con la que salieron al mercado, sino que todos ellos disponen de unas cifras de producción realmente bajas, en la mayoría de los casos de unos pocos cientos de unidades a nivel mundial.Este es el caso del coleccionista David Lee, que cedió sus fantásticos cinco Ferrari a Alejandro Salomon, @salomondrin, para que los pudiese probar y comparar en circuito. En el que es el primer documento gráfico de una ocasión similar, en el que podamos ver al LaFerrari compartir asfalto con sus 4 antecesores, todos ellos piezas míticas de la marca y el mundo de los clásicos.
Modelos
El más antiguo es el 288 GTO de 1984, derivado estéticamente del 308 GTB quattrovalvole que en ese momento estaba en producción, cuenta con un bastidor remozado y sobre todo, un V8 de doble turbo situado longitudinalmente, en lugar de forma transversal como el 308 o el Mondial de la época.
Con 400 caballos, apenas se fabricaron menos de 300 unidades del modelo, 272 ejemplares, lo que lo convierte en el más raro del lote con diferencia. Su génesis se debía a los deseos de la marca italiana de fabricar un Grupo B, que derivo en el prototipo de pruebas GTO Evoluzione, auténtico antecesor tecnológico del F40.
El F40 fue el modelo que el propio Enzo Ferrari encargó a sus ingenieros para celebrar el 40 aniversario de la marca. Para lo cual il Commendatore solicitó le fabricaran el deportivo definitivo, sin limitaciones. Su presentación desató la locura, y la demanda superó tanto la cifra de producción prevista que finalmente se fabricaron muchos más ejemplares de los planificados, llegando la cifra a unos 1.315 ejemplares, cifra que puede variar en función de la fuente consultada.
Empleando un bastidor multitubular con la evolución del V8 de doble turbos IHI empleado en el prototipo GTO Evoluzione, elevó los 400 CV originales del 288 GTO a 478, con un peso de tan solo 1.100 kilos fue el primero modelo en homologar una velocidad máxima superior a la cifra redonda de 200 millas por hora, 324 km / h de velocidad máxima.
Con el F50 presentado en la década de los noventa Ferrari pasó a abandonar el concepto de deportivo puro que representaban los anteriores GTO y F40. Con un diseño intencionadamente derivado del F40, su espectacular alerón trasero empequeñecía incluso al F40.
Fabricado alrededor de un monocasco de fibra de carbono y de techo duro desmontable, dispuso de una producción de tan solo 349 unidades, por lo que como el 288 GTO es un modelo muy raro de ver. También abandonaba el motor V8 sobrealimentado en favor de un V12 atmosférico que disponía de 520 caballos, cifra que se antojaba escasa para poder competir con el entonces superdeportivo de referencia, el McLaren F1. No obstante, su razón de ser no eran los circuitos como era el caso de los 288 GTO y F40.
Ya en el siglo XXI Ferrari homenajeo a su fundador con uno de los modelos más espectaculares salidos de Maranello, el Ferrari Enzo Ferrari, conocido comúnmente como Ferrari Enzo. Siguiendo el mismo esquema del F50, el Enzo sí que suponía el summum tecnológico sobre cuatro ruedas cuando fue desvelado.
Disponía de un motor de 12 cilindros en V atmosférico de 660 caballos y una estética brutal, labrada en el túnel de viento. Superó ampliamente a sus antecesores y hasta el día de hoy, con su sucesor ya incluso agotado, sigue estando plenamente vigente. De este se fabricaron los 399 ejemplares planificados más una última unidad, la 400 y ahora el Ferrari Enzo más caro de la historia.
Actualmente el último modelo en completar esta fantástica colección no es otro que el LaFerrari, que como el F40 o el Enzo, fue diseñado para ser el no va más en cuanto a deportividad y eficacia al volante. Dotado también de un V12 atmosférico cuenta con un sistema eléctrico para apoyar al motor de combustión, lo que le otorga la brutal cifra de potencia de 963 caballos. Del LaFerrari se fabricaron 499 ejemplares, todos ellos vendidos en poco tiempo tras su presentación.
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