En la primera parte de la historia de Ferrari contamos cómo fueron los inicios y los primeros años de esta marca, ahora hacemos un repaso cómo se forjó el mito gracias a modelos que han hecho historia y han marcado un antes y un después en la casa del Cavallino Rampante.
Para situarnos recordemos que Ferrari empezó a producir coches de calle a principios de los años cincuenta para financiar sus carreras, lo hacía a una escala muy pequeña, de cada modelo se hacían pocas unidades, las suficientes para conseguir el dinero necesario para competir.
Los modelos construidos en estos años eran auténticas obras de artesanía, cada coche era diferente, el proceso para hacerlos era totalmente artesanal, hasta los paneles de la carrocería se moldeaban a mano, unas carrocerías que además estaban hechas por encargo. En esta época los carroceros de automóviles gozaban de mucha fama, se les entregaban los coches con el chasis y el motor y ellos les ponían la carrocería hecha a gusto del cliente. Vignale, Ghia, Pinin Farina, Bertone o Giugiaro son algunos de estos famosos carroceros.
En 1953 Ferrari consiguió una producción anual de 50 coches. En poco tiempo, un especialista en coches de carreras se había convertido en un importante fabricante de coches de calle. Este crecimiento requería un cambio, y Enzo Ferrari lo encontró en Pinin Farina, que pasó a llamarse en estos años Pininfarina. Este carrocero tenía experiencia en la fabricación de coches en cadena de montaje, unos conocimientos de los que carecía Ferrari, así que la producción de coches de carretera Ferrari quedó casi por completo en manos de Pininfarina. Esta unión se tradujo en un crecimiento espectacular, en 1960 se producían más de 250 coches, una cifra que se doblaría al poco tiempo. Gran parte de la culpa de este crecimiento la tuvo la familia de modelos 250, gracias a los cuales se terminó de forjar el mito, entre ellos destacan algunos como el 250 GT, 250 GT California, 250 Testa Rossa o 250 GTO, o Ferrari 250 GTO.
Más tarde vinieron otros modelos legendarios, como el 275 GTB, Dino, Daytona, 512 BB, 288 GTO, Testarossa, F40, F50 o el más reciente Enzo. A continuación repasamos algunos de estos modelos, a través de los cuales se construyó la historia de la marca.
Ferrari 250 GTO, el más bello
En 1962 apareció el que quizás sea el Ferrari más representativo, el
Se hicieron solo 36 unidades, hoy en día se cotiza como uno de los coches más caros, cada unidad puede tener un precio de unos 20 millones de euros. Este modelo fue invencible en las carreras, no tenía rival, lo ganó todo, también era el coche más deseado fuera de las pistas.
Está considerado como uno de los mejores coches de la historia, y también como uno de los más bellos, sino el que más, un título bien merecido, sus líneas son una maravilla se mire por donde se mire, su diseño es obra de Sergio Scaglietti. En cuanto a su motor, llevaba un 3.0 V12 atmosférico que entregaba 302 CV a 7.500 rpm y era capaz de alcanzar los 290 km/h, estas cifras pueden parecer comunes en un deportivo de hoy en día, pero hay que tener en cuenta que se trata de un modelo de hace 50 años.
Ferrari F40, "el mejor automóvil del mundo"
Es un icono de la casa de Maranello. Su fama dice que es uno de los modelos más difícil de conducir de toda la historia, es salvaje e indomable. Se creó para celebrar el 40 aniversario de Ferrari, y fue el último coche que vio nacer Enzo Ferrari, que murió ese año.
En los 80 la competencia era muy dura, así que el propio Enzo instó a los técnicos de la marca a crear "el mejor automóvil del mundo". Durante un tiempo fue el coche de serie más rápido del mundo con sus 324 km/h de velocidad punta. Su motor era un V8 de 3 litros, sobrealimentado con dos turbos, que rendía 478 CV a 7.000 rpm.
Su carrocería, obra de Pininfarina representa a la perfección los supercoches de los 80. Dentro no hay concepción a la comodidad, es un coche con un solo objetivo: las prestaciones. Se convirtió en el mayor objeto de deseo de la época, y actualmente lo sigue siendo.
Ferrari Enzo, digno de llevar el nombre del creador
Después del F40 vino el F50, otro modelo que hizo historia, y el sucesor de la saga es el
Conseguía una velocidad máxima de más de 350 km/h, acelerando de cero a cien en 3,6 segundos. Todos los años de experiencia y conocimiento de Ferrari se plasman en este modelo, fue el más rápido de su época y destacó entre una dura competencia. Sin lugar a duda ha continuado con la leyenda que empezaron sus antepasados.
Hoy en día Ferrari es una de las marcas más valoradas, sus modelos son el legado de lo que comenzó en los años 40, obras de arte sobre ruedas. Su catálogo tiene modelos que aúnan la última tecnología y el mejor diseño, como el 458 Italia, estas máquinas siguen forjando el mito de los coches del Cavallino Rampante.
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