Este 13 de abril la casa de subastas conocida como Techno Classica Essen estará llevando a cabo un evento donde serán subastados interesantes artículos, ellos un coche que tras sus 40 largos años de existencia cuenta con una historia bastante interesante para los amantes y aficionados de la historia automotriz. En esta oportunidad el protagonista de nuestro artículo, y seguramente de la subasta que se llevará a cabo, es un BMW M1 fabricado en el año 1979, y que cuenta con un muy importante titulo, nada más y nada menos que el record mundial de velocidad en el año 1981.
Se sabe que para aquella época las más prestigiosas empresas dedicadas a la fabricación de coches competían entre sí para obtener este honorífico título, aunque prácticamente la batalla en aquel momento se encontraba entre BMW y Mercedes-Benz, quienes competían duramente por la obtención de esta plusmarca, y lo mejor de todo es que dicha batalla se llevaba a cabo con coches de clase media-alta que nos podíamos encontrar circulando de manera habitual por las calles, algo que no sucede hoy día, ya que dicha batalla hoy se libra con vehículos que cuentan varios millones de euros, y se limita a un pequeño grupo.
Comenzó en 1979
Con relación al coche en concreto que se estará subastando, debemos comentarles que inició su historia en el año 1979; salió de la factoría como un coche de producción de serie tal como cualquier otro en aquel momento, dos años después un periodista y piloto de competición de F1 de origen austriaco llamado Harald Ertl lo compró. La intensión de Ertl, quien ya estaba llegando al final de su carrera como piloto profesional, era lograr romper el record de velocidad en tierra con este coche, para aquel momento el piloto contaba con el apoyo del conglomerado petrolero conocido como British Petroleum mejor conocido como BP, quienes querían aprovechar esta oportunidad para dar a conocer y promocionar su nuevo producto, un combustible que habían desarrollado que prometía una alta eficiencia energética y bajos niveles de contaminación en vehículos de competición. Este novedoso producto era el gas licuado del petróleo mejor conocido como GLP. Pronto a esta iniciativa de Ertl se sumaron otras empresas tales como Sachs quien facilitó el kit de suspensión, y Blaupunkt equipó el coche con altavoces para su sistema de audio, de igual manera la intensión de dichas empresas era buscar promocionar sus productos.
El propulsor del coche
Tanto el propulsor del coche como su carrocería sufrieron algunas modificaciones. En primer lugar tenemos que al motor de 6 cilindros en línea desarrollado por BMW capaz de entregar unos 227 caballos de potencia se le agregaron dos turbocompresores cortesía de KKK, que incrementarían su potencia a unos 415 CV, además de que este propulsor su adecuado para funcionar con GLP, considerado en aquel momento como el siguiente paso en la evolución de los combustibles fósiles. Algunos componentes de su carrocería fueron rediseñados para mejorar la aerodinámica del coche, entre ellos, los paragolpes tanto delanteros como traseros, los cuales ahora eran mucho más anchos.
Rompió el record
El 17 de octubre del año 1981 Ertl rompió el record mundial de velocidad al volante de este M1 con una velocidad punta registrada en 301,4 kilómetros por hora, desafortunadamente no existen registros oficiales que así lo demuestren ya que no se llegó a homologar; Harald Ertl falleció al año siguiente en un trágico accidente aéreo, y posteriormente su familia vendió el coche, el cual paso por las manos de distintos propietarios quienes lo mantuvieron funcional hasta que un día uno de sus propietarios estrelló el coche ocasionándole graves daños, sobre todo en la parte baja del coche, afectando también su tren motriz. Años más tarde fue adquirido por el museo Midland Motor Museum, y tiempo después fue recuperado por la familia de Harald quien lo olvidó en un garage durante décadas. Actualmente la compañía Británica Coys of Kensington, en conjunto con Techno Classica Essen, le están buscando nuevo dueño.
Precio del coche
El precio de subasta para este coche ronda los 290.000 euros, y aunque su carrocería presenta evidentes daños causados por el tiempo que permaneció el coche a la interperie, y necesita de ciertas reparaciones y cuidados para que su motor vuelva a estar en funcionamiento, seguramente algún coleccionista estará interesado en devolverle la gloria a este ejemplar. Como información para tener en cuenta el coche aun cuenta con los turbocompresores instalados en el año 1981, aunque no están conectados al sistema de admisión.
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