Aunque no lo parezca, en este fin de año todavía se siguen generando noticias sobre lanzamientos de coches y tecnologías interesantes que están por llegar en 2018; y todo esto tiene una razón de ser y lo podemos resumir al decir que el maravilloso mundo de la tecnología nunca descansa, se mueve constantemente, no sabe de finales y vive renovándose. Un ejemplo de ello lo vemos en la gran cantidad de coches que están por estrenarse, de todas las marcas, y con la más avanzada tecnología híbrida y eléctrica. El planeta gira en torno a los avances, y solo es cuestión de tiempo para que la generación de coches eléctricos domine el globo terráqueo.
Pero en este maravilloso entorno de coches de última generación no podemos dejar a un lado a los que, en su momento, marcaron un hito en la historia, y que luego pasaron a ser denominados coches clásicos. Es importante recordar que los coches clásicos son aquellos que se diseñaron y fabricaron hace algunos años, pero que, con el pasar del tiempo, se fueron revalorizando bien sea porque causaron algún impacto en el tiempo, o porque continuaron su línea adaptándose hasta nuestros días. Otro factor a tomar en cuenta es que nunca pasaron de moda, y su legado se mantiene vigente hasta en las nuevas generaciones.
Muchos de nosotros tenemos que confesar que, aunque nos fascina enterarnos de las más recientes novedades en lo que respecta a tecnología automotriz, nos siguen gustando los coches clásicos o antiguos; realmente no tienen comparación, al verlos, parece que el tiempo se detiene. Pero seguramente lo mejor de los coches antiguos es que se saben revalorizar, y generalmente son vendidos en casas de subastas por importantes sumas de dinero. Ese es el caso de un antiguo Volvo 480 ES, que actualmente está siendo subastado en un famoso portal, y que aspira a recabar una importante suma, sobre todo porque perteneció a la realeza, nada más y nada menos que al Rey Felipe VI.
Lo exterior
La subasta del coche deportivo estará abierta hasta el próximo 27 de diciembre. Se trata de un coche dos puertas, color rojo, con aires deportivos, líneas agresivas, rines plateados en forma de estrella. En su frontal encontramos unos faros escondidos, que se muestran cuando se activan desde el habitáculo. Así mismo observamos sus luces antiniebla, y la parrilla que en este caso es la entrada de aire frontal ubicada en el paragolpes o parachoques delantero. Por detrás, observamos una línea larga, como si se tratara de un solo stop o luz de freno. Su enorme parabrisas trasero cuenta con un limpiaparabrisas, y por lo visto en las imágenes, se abre como una compuerta.
El habitáculo del coche
Por dentro, sus asientos tapizados en color gris y negro con líneas en color rojo, intactas. En su salpicadero observamos lo típico se los coches de la época, es decir, todo muy cuadrado, con relojes analógicos, reproductor de cd, reloj digital, y las perillas con las que se accionan algunos sistemas, entre ellos, el aire acondicionado. Las tapicerías de las puertas están combinadas en plástico y tela.
Apartado mecánico
Este Volvo 480 ES cuenta con tracción delantera, de hecho, es el primero modelo que la marca sueca lanzó con esta característica. El motor que equipa es uno que genera unos 109 caballos de potencia, puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en unos 9,5 segundos. Su velocidad máxima está calculada en 190 kilómetros por hora. Cabe destacar que será entregado con todos sus mantenimientos mecánicos al día, y en su contador de kilometraje marca unos 155.000 kilómetros.
La casa que actualmente lo tiene en subasta espera recabar por él una suma que va entre los 21.000 y 23.000 euros, no solo por considerarse un coche clásico, sino por el valor agregado de haber pertenecido a la familia real.
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