La historia de la alarma se remonta a mediados del siglo XIX. Fue el 21 de junio de 1853 cuando un hombre muy habilidoso llamado Augustus Russell Pope de Sommerville, Bostón, patenta su invención: la primera alarma electromagnética del mundo cuya función era la de alertar la presencia de ladrones. Es interesante que este sistema trabajaba a pilas y reaccionaba al cerrarse el circuito eléctrico cuando alguna puerta o ventana fuese abierta. La corriente que pasaba por los imanes producía una vibración. Estas oscilaciones electromagnéticas se transmitían a un martillo que a su vez golpeaba una campanilla de latón, lo que creaba un sonido. Es digno de mención que la alarma no se apagaba al volver a cerrar la puerta o ventana, ya que encima de alguna de ella se instalaba una especie de muelle que mantenía el circuito eléctrico cerrado y en funcionamiento, por lo que la campana seguía sonando.
Antes de la existencia de las alarmas, la gente se valía del ruidoso graznido de los gansos o de la fidelidad de los perros que alertaban con sus ladridos la presencia de ladrones. No obstante, al ir aumentando el parque automotor en las grandes ciudades, aumentaron también aquellos amigos de lo ajeno, vale decir, los ladrones de autos, quienes conseguían de manera fácil hurtar los mismos, sobre todo cuando sus respectivos dueños los dejaban estacionados en las calles o en el puesto al aire libre de sus casas. Ante esta situación surgió la necesidad de resguardar este bien de una forma más segura y prevenir el robo del mismo. Es por ello que surgieron diversos modos de evitar que se robaran los autos, entre ellos podemos mencionar los bastones que se le colocaban a los volantes para impedir su movimiento, corta corrientes y hasta muchos llegaron al extremo de encadenarlos al suelo de sus estacionamientos. Todo esto hizo surgir la idea de trasladar el uso de la alarma al campo automotriz.
Se crea la primera alarma automotriz
Corría el año de 1920, y el 20 de junio de aquel entonces se documentó en la muy conocida revista Popular Mechanic que un inventor en el estado de Nebraska, E.U.A, había diseñado por medio de un interruptor de llave, una caja de acero que contenía un embobinado y una sirena, siendo este el primer sistema de alarma automotriz. Dicho dispositivo se encontraba alojado en el eje delantero del lado del conductor y se activaba por medio de una llave. Una vez activado y al intentar hurtar el vehículo, este creaba un campo magnético y hacía sonar la sirena. Era un sistema muy simple pero efectivo y su uso se extendió por muchos años.
Al ir pasando el tiempo, las alarmas automotrices fueron mejorando y adquiriendo más componentes, entre los años 70 y 80 todavía eran muy sencillas; las mismas se activaban por unas llaves tipo cilíndricas que contenían muescas en la punta del tubo cuya cerradura era una especie de swich, esta se encontraba formada por un corta corriente, un sensor de impacto, un sensor de voltaje y la sirena. Ya para la década de los 90 y con la incorporación de las computadoras en los vehículos, la alarma automotriz obtuvo un cambio revolucionario. Se comenzó a usar mandos a distancia (a control remoto) y a su vez esta controlaba y bloqueaba diversas funciones del auto como cortar el suministro de combustible, activar o desactivar los seguros de las puertas y hasta apagar el coche.
Tipos de alarmas actuales
Hoy día podemos encontrar diversas alarmas para nuestros vehículos, las cuales se han adaptado con tecnología de punta, entre ellas podemos mencionar las alarmas sencillas o básicas, las alarmas con GPS y las inmovilizadoras.
Alarma básica
Es la alarma más sencilla y su función solo se basa en alertar al entorno del coche que está experimentando un intento de robo. Esta funciona gracias a ciertos sensores que se ubican en diversas partes del vehículo y se activan al detectar algún tipo de presión sobre el vehículo o al aperturarse alguna puerta del mismo. Su forma de alerta consiste en emitir una señal acústica muy fuerte o señales lumínicas como encender las luces altas o las de cruce junto con las traseras en un automóvil.
Alarma con localizador GPS
Esta entra en la gama de alarmas avanzadas y aparte de las características de la alarma básica, ofrece las coordenadas de GPS del vehículo. De modo que si este ha sido hurtado permitirá su rápida localización ya que le enviará a su propietario el sitio donde se encuentra la unidad para que este lo busque o, como mayor recomendación, solicite el apoyo policial para la recuperación del mismo. Es importante tener en cuenta que este tipo de dispositivo funciona con señal GSM y una tarjeta SIM, por lo tanto depende de una compañía telefónica suscriptora que ofrecerá el servicio y su coordenada de localización estará disponible las 24 horas en el momento que el dueño del coche desee obtener su ubicación sin necesidad de haber sido robada la unidad. Esta podrá ser vista a través de nuestro computador como también utilizando nuestro teléfono inteligente.
Alarma con sistema inmovilizador
Son las alarmas más avanzadas e incluso trabajan cuando quizás nos tomen por sorpresa y nos roben el auto a mano armada. Esta detecta el momento en que se abre la puerta y una vez que estemos fuera del vehículo se activará el sistema que bloqueará el motor unos metros más adelante, desconectará la batería o interrumpirá el sistema de frenos, obligando al coche a detenerse. Incluso muchas ya cuentan con micrófonos y cámaras que graban las conversaciones e imágenes de los asaltantes para su posterior identificación por parte de la policía. En fin, la mejor manera de asegurar nuestro coche es por medio de instalarle un sistema de alarma; para algunas aseguradoras de vehículos este es un requisito obligatorio. Por ello es muy importante tener una buena noción a la hora de elegir esa alarma que quizá en un futuro salve nuestro bien de algún delincuente que pretenda quitarnos nuestro automóvil.
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