El objetivo es desarrollar, aunando esfuerzo y el conocimiento adquirido en la fabricación individual de sus motores, un nuevo bloque de cuatro cilindros animado por gasolina cuyos consumos y emisiones contaminantes se alcen como referente en cuanto a una nueva generación mecánica preocupada por el ahorro de combustible y por su mayor respeto por la atmósfera.
Los nuevos motores serán de inyección directa, turboalimentados y de cilindradas contenidas y en el manifiesto se invita al año 2016 como momento para el cual sean presentados de forma oficial.
Este acuerdo no viene sino a fortalecer el que ya tenían ambos gigantes y que suponía encontrar motores de origen Mercedes Benz en vehículos de Renault-Nissan y, al revés, bloques de origen francés en los del grupo alemán.
Más allá de los motores
Por otro lado, Daimler da permiso a Nissan para incorporar las transmisiones automáticas y toda la tecnología implícita en sus vehículos y en los de la submarca de lujo japonesa Infiniti para aquellos vehículos que sean comercializados también desde 2016.
Además de estos y otros elementos, estos fabricantes, iniciarán también programas de estudio y desarrollo conjunto de nuevas tecnologías como pilas y baterías de almacenaje de electricidad para vehículos eléctricos así como componentes que pudieran compartir una nueva generación de vehículos pequeños dentro del grupo conocido como de "emisiones cero".
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