Aún así desde el departamento de comunicación de Mclaren-Honda se están devanando los sesos para ser creativos y no dejarse arrastrar por el halo de pesimismo que reina en la escudería inglesa. Es muy remarcable el intento de personalizar los motores de Jenson y Fernando y disponer de dos cuentas en twitter que entre otras cosas avanzan antes que ningún medio cuando la unidad de potencia es sustituida. El nombre de los propulsores, eso sí es cuanto menos curioso y variopinto: Fin, Greyhawk, Mariano o Richie.
TurboHeroes o el hacernos cómplices de los problemas del MP4-30
No obstante en su búsqueda de la originalidad parecen haber ido más allá. En el video que nos ocupa los pilotos deMclaren-Honda se trasladan a un videojuego con toda la estética de 8 bits de principios de los 90. Esto es sprites en vez de polígonos, dos dimensiones y movimiento en scroll lateral. El video está muy cuidado y presenta todos los tics y códigos propios de la época, aunque evidentemente has de haber vivido con intensidad aquellos años para que la pretendida nostalgia te arranque una sonrisa.
La historia que se nos narra es también prototípica: los TurboHeroes Fernando y Jenson son enviados a recuperar el dragón de Jade de Suzuka, curiosamente el Spirit Master que los envía guarda un sospechoso parecido con Ron dennis y por si seguimos rebuscando el enemigo al que tendrán que plantar cara será Exhaustus. Teniendo en cuenta los problemas que han padecido los MP4-30 de temperatura de escapes (Exhaust en inglés) esta temporada no hay que ser muy hábil para darse cuenta de la analogía, guiño o simple referencia. Una manera hábil de involucrarnos, hacernos cómplices de sus sinsabores y con ello conseguir crear empatía. Mostrar que el reto que tienen por delante es del todo desafiante.
No obstante los niveles de demencia japonesa alcanzan su máximo con el ataque especial de Alonso transformado en un toro bravo. Un poco de estereotipo para aderezar el plato nunca viene mal.
Nuevamente Mclaren ha recurrido a los 90 para despertarnos una sonrisa y utilizar el factor nostalgia para hacernos cómplices de una manera sutil de los problemas por los que pasan. Un 10 para el equipo de comunicación que ha cogido una situación delicada y la ha transformada en una bomba efectiva de nostalgia y mensajes positivos.
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