Este concept car que Renault nos ha confirmado que, de momento no hay planes de que se fabrique en serie, hereda todo el saber de la división deportiva de la marca y es por ello que, más que un turismo de calle preparado para circuito, nos encontremos ante una versión de calle de un vehículo de carreras.
El Alpine A110-50 toma como base el motor V6 de 24 válvulas de 3,5 litros de un Megane Trophy, es capaz de producir 400 CV cuando alcanza las 7.200 rpm y dar un par máximo de 422 Nm a 6.200 vueltas, con un régimen máximo de 7.500. Cantidades espectaculares aunque fuese mirando frías gráficas extraídas en bancos de pruebas, lo emocionante es que la carrocería de este vehículo está unido a un chasis tubular y construida con fibra de carbono lo cual permite que este juguete pese tan solo 880 kg.
El motor del que os hablábamos está situado en posición central trasera, inmediantamente a continuación de los asientos de los dos únicos pasajeros que pueden compartir cockpit o habitáculo. La caja de cambios secuencial de seis velocidades dispone de un cambio semiautomático que hace que el trabajo del motor vaya dirigido a las ruedas traseras.
En éstas, el equipo de frenado se componen de unos generosos discos de 356 mm los delanteros y 330 los traseros con pinzas de freno de seis y cuatro pistones, respectivamente, de la marca de competición AP Racing.
Los neumáticos de la marca Michelin tienen unas medidas de 245/35 delante y 265-35 detrás, ambas de 21 pulgadas.
El vehículo en sí alcanza unas dimensiones de 4,3 metros de largo; 1,96 de ancho y una altura de 1,23.
Solo un modelo de exposición
Uno de los motivos por los que este modelo futurista no es del todo factible para poner a la venta es que su depósito de combustible solo tiene capacidad para 30 litros, que, teniendo en cuenta el motor usado, no daría autonomía suficiente ni para ir a comprar el pan pero sí para pasar un buen rato en unas tandas en un circuito.
Lo que desde luego esperamos con ganas es que el prototipo conmemorativo de la aparición del Alpine A110 en los años 60 del pasado siglo, abra la posibilidad de que la marca dependiente de Renault y que tantas veces ha sonado como de nuevo en activo, sea la definitiva y el concept DeZir que Renault Sport modificar para renombrarlo como Alpine sea la primera muestra de relanzamiento comercial de este constructor de coches tan históricamente vinculado a la competición.
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