Técnicamente emplea parte de la tecnología de transmisión empleada en el Suzuki SX4 S-Cross, como el sistema de tracción integral 'AllGrip' con cuatro modos de funcionamiento. No dispone de caja reductora, sin embargo, el sistema de tracción y su mayor altura al suelo con respecto a sus rivales lo sitúan a la cabeza en su segmento en lo que a comportamiento fuera del asfalto se refiere.
Con respecto a su antecesor gana muchos enteros tanto en el aspecto de diseño exterior como en su comportamiento en toda circunstancia. Su maniobrabilidad y confort de marcha ha aumentado considerablemente, mientras que su nueva carrocería le aporta un aspecto mucho más moderno, e irónicamente, menos aspecto de todo terreno.
Análisis
Situado en la gama bajo el Suzuki S-Cross, compite en el mercado con al nueva hornada de SUVs y crosssovers de tamaño pequeño como los Renault Captur, Nissan Juke y similares.
Su interior, muy equipado y bien resulto no deja de ser claramente japonés. Funcional y robusto, pero sin demasiado énfasis en el detalle, mucho plástico duro pero acabados muy correctos. Ahora cuenta con la posibilidad de disponer de doble tono en los acabados de su catálogo de colores de carrocería, por lo que es mucho más personalizable y urbano en ese sentido.
Mecánicamente cuenta con dos opciones de motor, ambos de 1.6 litros y 16 válvulas asociados a una caja manual, uno de gasolina y el otro diésel. Ambos comparten cifra de potencia, 120 CV, y están disponibles tanto en tracción 4x2 como 4x4.
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