Desde que en el año 2008 la firma de los cuatro aros lanzara al mercado su primer superdeportivo de motor central, el Audi R8 se ha convertido en objeto de deseo, tanto para amantes como desconocidos del motor. Su diseño influye, pero son, por supuesto, las prestaciones que logra su majestuoso motor V10 atmosférico las que hacen amar a la bestia de Indolstadt. En el año 2015, Audi lanzaba en el Salón del Automóvil de Ginebra la segunda generación de esta gama, un nuevo modelo que abandona el motor V8 y la caja de cambios manual en favor de una automática más eficiente y veloz.
El Audi R8 2015, por el momento, está disponible únicamente con el motor V10 de 5,2 Litros capaz de entregar entre 540 CV y 610 CV en función de la versión seleccionada. La última y más potente se le conoce como Audi R8 V10 Plus y al igual que el resto de versiones viene acompañada de una caja de cambios S Tronic de doble embrague y siete relaciones idéntica, la igual que la mecánica, a la que utiliza el Lamborghini Huracán. El R8 V10 Plus es unos 15.000 € más barato que el Lamborghini Huracán y unos 20.000 € más caro que un V10 convencional.
Mecánica
Detrás del habitáculo, en posición central-trasera longitudinal, asentado sobre un chasis de aluminio se esconde un propulsor V10 de 5.204 cm3 y un total de 20 inyectores, dos por cilindro ofreciendo una inyección mixta (Directa e Indirecta) de carburante. Dispone de admisión variable así como de una relación de compresión de 12,7 a 1. Respecto a la anterior generación de este motor, el nuevo es capaz de aumentar la potencia máxima hasta los 610 CV, cifra que se logra a 8.250 rpm, mismo régimen al que se alcanzaban anteriormente 550 CV en la versión Plus. El par motor máximo es de 560 Nm a 6.500 rpm.
El diámetro de cada pistón es de 84,5 mm mientras que la carrera del cilindro es de 92,8. Cada una de las dos culatas dispone de cuatro válvulas por cilindro, dos de admisión y dos de escape y la caja de cambios, localizada entre el motor y el habitáculo, dispone de dos embragues multidisco bañados en aceite, siete relaciones, levas de aluminio tras el volante así como las funciones Launch Control y conducción a vela. Esta última, a velocidades superiores a 55 Km/h abre el embrague para que el coche circule sin hacer uso del freno motor.
Entre las nuevas funciones con las que cuente la mecánica del Audi R8 V10 2015 cabe destacar el sistema de parada y arranque del motor en las detenciones Start&Stop así como un sistema denominado Cylinder on Demand, que desconecta cinco de los diez cilindros cuando la demanda de potencia es baja.
La transmisión está conectada a un sistema de tracción integral Quattro con importantes cambios respecto a la anterior generación. En el Audi R8 2008, el diferencial central, de tipo Torsen, únicamente podía envíar un máximo de un 35% de par a las ruedas traseras, detalle que cambia en este nuevo modelo gracias al uso de un eje delantero que cuenta con un embrague multidisco controlado electrónicamente, gracias al cual es posible pasar de un reparto del 100% del par motor a las ruedas traseras a un 100% a las delanteras. Además, el eje posterior cuenta con un diferencial autoblocante.
Chasis
El Audi R8 de 2015 mide 4,42 metros de largo, 1,94 metros de ancho y 1,24 metros de alto. El peso homologado es de 1.630 Kg, lo que supone un ahorro de 50 Kg respecto a su predecesor. Esta mejora se ha producido por el uso intensivo de materiales livianos como el aluminio y la fibra de carbono. La batalla del vehículo queda cifrada en 2,65 metros mientras que las vías delanteras y traseras miden 1,638 y 1,599 metros respectivamente.
Al igual que ocurrió con la primera generación del Audi R8, la segunda hace uso de una estructura y carrocería fabricada completamente en aluminio, un material más ligero y caro que el acero. El conjunto tiene un peso homologado de 1.630 Kg, una cifra que aunque elevada se mantiene en la media del segmento, siendo únicamente más ligeros los McLaren 540c y 570S.
La dirección del R8, al igual que los nuevos modelos de la propia marca y la competencia, es de tipo eléctrica, permitiendo reducir el peso de la misma así como el ligeramente el consumo. La desmutiplicación de la dirección es de 15,7 mientras que diámetro de giro entre bordillos es de 11,2 metros.
Audi ofrece dos tipos de suspensión, ambas compuestas por paralelogramos deformables en las cuatro ruedas. La primera no permite modificar la dureza mientras que la segunda, fabricada en aluminio dispone de un sistema de control electrónico de la dureza de los amortiguadores denominado Magnetic Ride. Este actúa sobre un líquido que se encuentra en el interior del amortiguador.
El Audi R8 V10 dispone de frenos de fundición de hierro y llantas de aleación ligera de 19 pulgadas mientras que la variante V10 Plus hace gala de discos carbocerámicos y llantas de 20 pulgadas montadas sobre neumáticos 245/35 R20 delante y 295/35 R20 detrás.
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