El universo del automovilismo clásico está plagado de interesantes historias y leyendas, que salen a la superficie de tanto en tanto y que suponen en muchos casos, grandes anécdotas dignas de contar. En esta ocasión, aunque la historia en sí no sea más que la crónica de una simple transacción comercial, el valor y el estado de los vehículos protagonistas no desmerece en absoluto el suceso.
Recientemente, en Canadá, ha salido a la luz una de las colecciones de deportivos norteamericanos mas curiosas de los últimos tiempos, que como en innumerables ocasiones se encontraba en un estado de abandono casi total, aunque afortunadamente, ha podido volver al mercado lo suficientemente pronto como para que el tiempo y la desidia no haya hecho mella en ella.
Antecedentes
Esta increíble colección no se formó debido a la pasión al mundo del automóvil de su propietario, sino como mera inversión de un rico ganadero de la provincia de Alberta, dispuesto a invertir en deportivos y autos de alto rendimiento que pudiesen revalorizarse en un futuro cercano.
Con los años, la colección llegó a un volumen considerable, así como su importancia histórica, llegando a tener varias unidades de colección de Ford Mustang o del más reciente y exclusivo Ford GT, aunque esto no fue óbice para que la colección tuviese el trato adecuado dada su relevancia, ya que la mayoría se apiñaban polvorientos en un granero, sin pavimentar, cubiertos de trastos e invadidos por los ratones en los casos mas extremos.
Algunas unidades incluso, prácticamente carecen de uso, mostrando cifras realmente ridículas en sus cuentakilómetros e incluso algunas cuentan todavía con las pegatinas de los concesionarios, como muestra de su estado virgen.
Problemas de salud de los propietarios originales han hecho que la colección haya sido puesta a la venta, llegando a las manos de su más que afortunado comprador, Lawayne Musselwhite, aficionado al motor desde la infancia y que supo rápidamente del valor real de la colección, con la que se hizo en conjunto con un socio, por un total de 1,1 millones de dólares canadienses, unos 755.000 euros al cambio.
Toda una ganga para semejante colección, dotada de 40 magníficos ejemplares de modelos tan curiosos como el Ford GT, del que hay nada menos que tres unidades, una de ellas una unidad de las 400 Heritage Edition fabricadas, prácticamente a estrenar, cuatro unidades del llamativo Plymouth Prowler, varios Mustang, incluida una versión Pace Car, y varios Chevrolet Corvette, Thunderbird o Camaro Z28, entre tantos modelos que podéis ver en la lista al final del artículo.
Actualmente la colección está dividida entre un concesionario que tiene la mayor parte de las unidades y la propia casa del actual propietario, que guarda las piezas más interesantes, como los 3 Ford GT o los cuatro Prowler, junto a su colección privada, en la que se cuentan hasta ocho Mustang Shelbys, a los que está tremendamente aficionado Musselwhite.
En las imágenes y el vídeo adjuntos podéis observar parte de la colección junto a la colección privada del actual propietario.
Colección completa
Ford
1979 Mustang GT Pace Car
1990 Mustang GT Convertible
1990 Thunderbird
1990 Thunderbird S
1994 Thunderbird S
1996 Lincoln Mark 8
1997 F-150 Flairside
1998 Thunderbird Turbo Coupe
1998 Lincoln Mark 8 LSC
2000 F-150, Harley-Davidson
2000 Lincoln LS
2001 Mustang GT Bullitt
2005 Mustang
2006 Ford GT
2006 Ford GT
2006 Ford GT
2007 Shelby GT500 Convertible
2008 Ford F-150, Harley-Davidson
2008 Ford F-150, Harley-Davidson
2008 Ford F-350, Harley-Davidson
2010 Ford F-150, Harley-Davidson
2010 Ford Raptor
2012 Mustang GT/CS
Chrysler
1999 Plymouth Prowler
2000 Plymouth Prowler
2001 Plymouth Prowler
2001 Plymouth Prowler
2006 Chrysler 300 SRT-8
2008 Dodge Charger SRT-8
2010 Dodge Ram 1500
GM
2001 Chevrolet Corvette
2002 Chevrolet Corvette Targa
2002 Camaro Z/28 SS
2003 Chevrolet Corvette Z06
2006 Chevrolet Corvette Convertible
2007 Chevrolet Corvette Convertible
2007 Chevrolet Corvette Convertible
2008 Pontiac Solstice Convertible
Fuente: Driving.ca
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