Ya hemos mencionado que la mejor manera de que las partes y piezas de los coches tengan más tiempo de duración es realizándoles el mantenimiento respectivo. Esto ocurre con casi todos los elementos de nuestro vehículo, pero sobre todo con aquellos que sufren más desgaste por su uso diario. Debemos ser cuidadosos y llevar un control exhaustivo de todos los mantenimientos que le realicemos a nuestro coche ya que cualquier descuido podría degenerar daños irreparables hasta en nuestro propulsor; los expertos en partes mecánicas recomiendan tomarse muy a pecho las piezas que trabajan más en nuestros vehículos ya que, en la mayoría de los casos, los accidentes ocurren por descuidos de los conductores.
Recientemente hablamos sobre el embrague, una de esas piezas que trabajan desde que iniciamos el movimiento en nuestro coche. Recordemos lo fundamental que es el embrague en los coches con cajas manuales; es esa pieza que hace posible los cambios en las cajas de velocidades. Su uso es diario y su activación es tan extensa que posiblemente perderíamos la cuenta si nos pones a contar las veces que accionamos ese tercer pedal desde que salimos de nuestro lugar de destino. Sin el embrague sería muy complicado accionar las velocidades, y terminaríamos forzando y causando daños a nuestra caja de cambios.
Dicho esto, nos toca ser precavidos con esta pieza. El costo de reparación está cerca de los 1.000 euros, una suma realmente grande y que a veces no es tan sencilla de conseguir. En este punto es bueno preguntarnos, ¿Cómo podemos deteriorar el embrague de nuestro coche? Existen varias razones que nos llevarían a perjudicar el embrague, aparte del tiempo normal de duración, pero sin duda alguna, la principal razón se llamaría negligencia, maltrato o abuso. De nosotros mismos dependerá la extensión de su duración o el deterioro de manera rápida. Algunos mecánicos opinan que un embrague bien tratado puede durar hasta más de un año, sin importar el recorrido del coche o los atascos que se encuentre en su recorrido diario. Pero también se dan otros casos en que su duración, por negligencia, es de tan solo semanas.
Pero cuando hablamos de negligencia podemos caer en lo que definiríamos "malos hábitos al volante", y es en ese preciso momento que debemos reflexionar y cambiar hasta nuestro modo de conducir el vehículo. Podemos mencionar algunas recomendaciones que de seguro nos ayudarán a ser más eficaces al tratar el embrague, pero sobre todo, a escapar de esos 1.000 euros que nos costaría su reparación prematura.
Primero, pisa el pedal hasta el fondo
El no pisar el pedal hasta el fondo es una de las razones principales por las que nuestro embrague se deteriora rápidamente. No hay nada que tener miedo cuando hacemos esto, el pedal no muerde, y además, cuando pisamos el pedal hasta el fondo es cuando el mecanismo se acciona adecuadamente sin ocasionar rozaduras que llevan al deterioro. En este sentido, le recomendamos pisar el pedal a fondo de manera suave y progresiva, sin patadas o bruscamente. A veces pensamos que, siempre que cambie de marcha da igual pisar hasta el fondo o no, sin embargo, no se deje engañar, ya que está comprobado que esta es una de las principales razones por las que siempre los conductores visitan el taller.
Use el reposa pie
Entendemos que, cuando pasamos largas horas conduciendo en el día, producto del tráfico y las colas que se generan en las avenidas más transitadas, nos cansamos, sobre todo si nos toca pisar el pedal del embrague de manera constante. Muchas personas tienen el mal hábito de reposar el pie en el pedal que acciona el embrague y esto, aunque sea casi imperceptible, provoca que la pieza trabaje más de la cuenta, causa averías en los engranajes y hasta puede terminar por quemar el embrague. La recomendación es simple, use el reposa pies para cuando esté cansado, evite males innecesarios a causa de malos hábitos.
No presione el pedal cuando esté en punto muerto
Ese es otro de los malos hábitos que se ve a diario en millones de conductores. A veces no entendemos cual es la razón para que esto ocurra, aunque es más común de lo que parece. Cuando pisamos el pedal accionamos el mecanismo; si nos encontramos detenidos por el tráfico en una cola que no se mueve, ¿para qué mantener presionado el pedal? Con esto no ganaríamos absolutamente nada, al contrario, contribuimos al desgaste prematuro de las piezas. Se recomienda poner la caja de velocidades en un punto muerto, es decir, en neutro. Acciónela solo cuando este seguro de seguir avanzando.
Pendiente con las pendientes
El embrague acciona las velocidades, es por ello que, su función en una pendiente puede ser de vital importancia. Hay conductores que usan el embrague y la caja de cambios para ir disminuyendo la velocidad, algo totalmente válido y que además contribuye al cuidado de nuestros frenos. Por ello, la recomendación es no mantener accionado el embrague en las pendientes, porque seguirá trabajando, pero sin transmitir ninguna acción que afecte las funciones del coche.
El pedal del embrague no es un freno
Pero a muchos se nos olvida. ¿A cuántos no les ha pasado que, al tratar de frenar, pisamos el pedal del embrague y no el freno? Seguramente a la mayoría. A veces es culpa del subconsciente, y otras del mero descuido. Tenga cuidado, recuerde que el tercer pedal no es un freno. Y si busca reducir la velocidad solo con pisarlo las consecuencias podrían ser catastróficas.
Como vimos, cuidar el embrague es solo cuestión del buen uso. Aprenda como usarlo eficientemente, asista a clases de manejo si es necesario y pida asesoría para un mejor uso, recuerde, los daños y la posterior reparación del embrague, en términos económicos, es realmente costosa.
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