Fiat cambiará su sede a Ámsterdam para consolidar su fusión con el fabricante estadounidense Chrysler y cotizar pronto en bolsa. Aunque nos empezábamos acostumbrar a ver modelos de esta marca bajo el logo de diversos fabricantes del grupo italiano, como Lancia o la propia Fiat, esta estrategia comercial sólo era el comienzo, ya que, en una asamblea extraordinaria celebrada el pasado viernes donde se reunieron todos los accionistas del fabricante turinés, se aprobó por una gran mayoría la fusión de Fiat con el gigante norteamericano a raíz de la adquisición del 100% de las acciones de Chrysler por parte de éste en enero de este año.
El resultado de esta fusión, Fiat Chrysler Automobiles o FCA, se produjo gracias a un 80% de votos positivos frente al 15% negativos, sin embargo, esta minoría a la que le preocupa la posible pérdida de identidad de la marca italiana, podría traer problemas al grupo de accionistas debido a que, si estos accionistas minoritarios decidieran retirar sus participaciones, la fusión se cancelaría inmediatamente. Los accionistas disponen de un plazo de quince días desde el día 1 de este mes para tomar una decisión final. El resultado final parece no preocupar al consejero delegado de FCA y uno de los protagonistas de la fusión, Sergio Marchionne, que explicó tras la asamblea que, si eso sucediera, "la fusión se intentará de nuevo en unos meses o un año".
Fusión fructífera para ¿Todos?
Si la unión de ambas marcas resultara fructífera, marcaría un antes y un después en la industria automovilística italiana ya que, después de 115 años fabricando automóviles, Fiat dejaría de existir oficialmente como marca y pasaría su domicilio fiscal al Reino Unido, pagando impuestos en Londres.
El presidente de la marca italiana y de FCA, John Elkann, se mostró muy seguro de esta decisión, alegando que. "Esto es solo el inicio. Quiero recalcar que quienes permanezcan como accionistas de Fiat del mismo modo que lo hago yo tendrán grandes satisfacciones". Estas declaraciones recalcan el nuevo punto de vista que ha tomado Fiat, cuyos directivos quieren ampliar fronteras a la marca y empezar a relacionarse con grupos automovilísticos de la talla de PSA, al fin y al cabo, al final de la fusión, FCA se convertiría en el séptimo grupo automovilístico más grande del mundo.
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