Vida corta pero tumultuosa
Tras apenas 3 años a la venta, el Toyota iQ customizado que ofrecía la marca de Gaydon a sus clientes por la friolera de 40.000 euros en España, deja el mercado después de haber protagonizado uno de los capítulos más curiosos de la historia del automóvil y de Aston Martin en particular.
Debido a su particular naturaleza muchas voces se alzaron en su contra pero sin embargo, irónicamente, se convirtió en un modelo que no solo sí caló entre sus clientes, según la propia marca, sino que superó las propias expectativas de la firma, viéndose en algunos momentos con problemas para suministrar unidades a los concesionarios con la velocidad necesaria para cumplir con la demanda de los clientes, que según el propio CEO de Aston Martin al verlo en el concesionario querían llevarselo y al no haber suficientes unidades disponibles terminaban por prescindir de el, de hecho, se llegó a convertir en el modelo de Aston más vendido en España.
Por lo que, en principio, las ventas no deberían ser la razón de finalizar su producción, del que aún quedan unidades en stock en los concesionarios, aunque bien es cierto que las propias ventas de Aston llevan unos años cayendo, por lo que es posible que la rentabilidad del experimento no haya sido todo lo buena que debiera.
Motivos sin desvelar
La rumorología sugiere que el verdadero motivo del cese de producción se debería a la nueva asociación de la firma con AMG, bien sea por el futuro desarrollo de sistemas para reducir las emisiones de los futuros motores de la marca o por la posibilidad de desarrollar un nuevo modelo que sustituyera al Cygnet en el catálogo de Aston Martin, aunque esta posibilidad se antoja un tanto descabellada. El caso es que seguro tendrá hueco en lo historia del automóvil, aunque solo sea a nivel anecdótico.
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