Para muchos conductores realizar el mantenimiento preventivo a su coche les resulta entretenido y hasta divertido, sobre todo a aquellos que les fascina aprender, para luego reparar o sustituir cualquier pieza. Y es que a la larga, sale más económico que nosotros mismos nos encarguemos de resolver cualquier inconveniente de nuestro coche, siempre que contemos con el conocimiento y parte de la experiencia para no cometer errores que luego empeoren el problema. Todo dependerá del querer aprender, y para ello será necesario investigar, leer y nutrirse con temas diversos que podamos poner en práctica cuando se presente la primera oportunidad.
Hemos hecho mención sobre diversos partes y piezas de nuestro coche que, por su uso, tienden a desgastarse rápidamente y como sustituirlas si es necesario. Pero otro tema en particular que despierta el interés de muchas personas tiene que ver con el consumo de lubricante o aceite en nuestro vehículo. ¿Por qué en algunas ocasiones nuestro coche se consume más rápido el aceite? ¿Será por fisuras o grietas? ¿A dónde llega ese aceite que consume nuestro coche? Son varias las razones por las cuales un coche puede consumir aceite en exceso, y no necesariamente se debe a que el motor este dañado o deba sustituirse por uno nuevo, como generalmente afirma la mayoría.
Vamos a analizar algunas de las razones por las que se pudiera presentar un consumo excesivo de lubricante en nuestros motores, y las maneras de poder corregirlo a tiempo. El primer elemento que debemos analizar, por lo menos una vez a la semana, es la varilla de medición del aceite que está ubicada en algún lugar visible cuando levantamos el capot. Esta pequeña varita tiene grabadas unas marquitas que indican el nivel óptimo del aceite, en ella podremos visualizar si el depósito del aceite esta donde debe estar o si le falta un poco para llegar al punto indicado.
Mediciones iniciales
Cuando nos percatamos de que le falta cierta cantidad importante debemos realizar un chequeo preventivo y corregir el origen de la falla. Pero debemos aclarar que todos los motores consumen aceite, la preocupación viene cuando lo hacen en exceso. El aceite o lubricante se utiliza para mantener lubricadas las piezas del motor que se mantienen en constante movimiento, como las bielas, el cigüeñal, las válvulas, los cilindros, entre otras cosas; el aceite cumple la función de protegerlas del desgaste excesivo, ya que forma una capa fina que las separa, evitando rozaduras; de ahí la importancia de comprar los mejores lubricantes, indiferentemente de su costo en el mercado.
Los mecánicos confirman que el motor consume 1 litro de aceite cada 1000 kilómetros, sin embargo, dependiendo de la conducción, algunas fallas técnicas o ciertas deficiencias puede que este consumo se dé mucho antes del recorrido indicado. Hay que tener en cuenta una señal que indica que nuestro coche está consumiendo más lubricante de lo indicado, y es el humo azulado que emana del tubo de escape cuando encendemos el motor y cuando lo echamos a andar; pero ojo, también puede que existan fugas en alguna parte del motor que son detectadas a simple vista, e inclusive, cuando notamos algún pequeño charco de aceite en el suelo.
Consumo por los pistones
Precisamente el aceite lubrica todas las partes del motor, incluidos los espacios entre las paredes de los cilindros y los pistones. Hay una pequeña parte del aceite que entra en la cámara de los pistones donde luego es quemado; mientras más rápido gire el motor se supone que más cantidad de aceite consumirá. El consumo en estás áreas es equilibrado, es decir, no debe consumir ni más ni menos, así estas piezas se mantendrán mejor lubricadas.
Consumo por lubricación de las válvulas
Una válvula es parecida a un clavo largo con una cabeza grande. Esta pieza hace posible más mezcla de aire y combustible, de hecho, es por allí por donde salen los gases de la combustión que provocan los movimientos del motor. El aceite lubrica ese espacio que queda entre las válvulas y sus guías. Los vástagos evitan que el aceite entre a la cámara de combustión; solo una parte mínima entra en la cámara de combustión y la quema. Cuando el pistón baja, la válvula absorbe esa mezcla que pasará a través de ella. Cuando el motor desacelera, el orificio entre las válvulas es mayor, y en ese momento se considera que el consumo de aceite es mayor.
La evaporación
El aceite que lubrica la válvula es sometido a grandes temperaturas por los gases que se emanan de ese sector, y termina por evaporar parte del aceite. Mientras más rápido gire el motor, más cantidad de aceite entrará en las válvulas, esto generará que más aceite se evapore y que su consumo sea mayor.
En conclusión, las principales razones por las que nuestro coche pudiera consumir más aceite sería por fugas exteriores, por el tapón mal colocado, algún desgaste en la junta, o porque el sensor de presión tenga problemas. Puede haber algún fallo en las piezas del motor que requieran más lubricación. Si su motor tiene turbocompresor sería conveniente revisarlo, ya que una falla en esta pieza ocasionaría un consumo excesivo. Los pistones y algún problema con su lubricación generarían el famoso humo azul y un desgaste excesivo de aceite. A veces son solo detalles de fácil solución, aunque también debemos considerar que en algunos casos el desgaste normal por el recorrido es tal, que debemos, o hacer el motor, o sustituirlo por otro nuevo.
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