En los últimos años Audi muestra periódicamente propuestas tanto con visos de llegar a producción como simples ejercicios de diseño y ingeniería capaces de hacernos acelerar el pulso. Así llegaron en 2012 el Quattro, luego el A1 Quattro, el Sport Quattro o hace unos días el TT Sport Quattro... pero hoy nos enseñan un vehículo tan real como extraordinario.
Es decir, es real porque la base de la que parte es un A3 sedán que parece haber recibido la herencia de su añorado hermano el RS4 pero actualizado a la última, pero por otro lado es tan grotéscamente extremo que cuesta pensar en encontrárselo a la vuelta de la esquina... a menos que sea de los boxes de un circuito.
BRUTAL
Y es que, como comentábamos, la base tanto estructural como mecánica no es desconocida en absoluto puesto que, además de usar un A3 sedán, el motor que da vida a este monstruo es un TFSI de cinco cilindros y casi 2.500 centímetros cúbicos lo cual le permite disponer de una potencia de 525 CV y un par motor de 600 Nm.
Con un peso de tan solo 1.527 kg le permite establecer una relación entre peso y potencia de casi 3 kg por cada caballo, si a ello sumamos la tracción integral marca de la casa Quattro, este vitaminado A3 de nombre extremandamente largo hace una aceleración digna de superdeportivo, estableciendo un crono de 0 a 100 en 3,6 segundos y un tope máximo de velocidad de 310 km/h.
Solamente hace falta comparar esos datos con el más potente de los Audi de serie, el R8 GT que hace la aceleración desde parado hasta 100 km/h en los mismos 3,6 segundos, mientras se queda ligeramente por encima en cuanto a la velocidad máxima alcanzada siendo el R8 GT 10 km/h más veloz (320 km/h) que el A3 clubsport quattro, eso sin olvidar que el cupé utiliza un motor V10 de 5.2 litros FSI de 560 CV y 540 Nm.
Del sedán al clubsport quattro
Sea como fuere, este A3 prototipo no deja de ser eso, un prototipo pero que se sitúa relativamente cerca del ordinario A3 sedán que hace meses tenemos en nuestro mercado.
Así la carrocería de este coche de muestra se encuentra tan solo un centímetro más próximo al suelo que el del concesionario, aunque luego factores como las llantas usadas de 21 pulgadas y unos neumáticos de una anchura de 275 por 25 de perfil, denotan qué tipo de máquina tenemos delante.
Más si miramos entre los radios de las llantas donde encontraremos unos discos carbocerámicos dignos de ser usados como paelleras una vez sean desechados como anclaje al suelo de este A3 clubsport quattro ya que tienen un diámetro de 37 centímetros.
Terminando con este análisis, incluir que nos encontramos con un coche de 4,490 milímetros de largo; 1,856 de ancho; 1,382 de alto y distancia entre ejes de 2,631 milímetros lo cual hace que este coche se parezca más a uno de los que la marca de Ingolstadt usa para el DTM que para poner a la venta en un su concesionario al que ¿llegará algún día?
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