En el vasto mundo del motor ha habido espacio para muchos mitos y leyendas, muchas de ellas ciertas, pero nunca tan espectaculares o llamativas como las propias historias reales que cada cierto tiempo aparecen de algunos ejemplares. Descubriéndonos algunos modelos que por muy diversos motivos pudieron haber desaparecido hace tiempo y que muchas veces, por pura casualidad, salen de nuevo a la superficie, generalmente con una gran historia tras ellos.
Son cientos los casos de estas apariciones, en la mayoría de los casos simplemente apartados y olvidados por sus propietarios durante un tiempo hasta que o bien son puestos a la venta por sus propietarios o bien porque alguien repara en ellos.Casos como el de la increíble colección de Corvettes del artista Peter Max o la mega colección Baillon, con docenas de modelos raros y coleccionables apartados en una granja. O algunos un poco más extraños, como el del Chevrolet Corvette Stingray de Don McNamara, que más que olvidado fue ocultado durante décadas por su propietario a amigos y vecinos, y que no fue descubierto hasta su fallecimiento: Hallado además en un increíble estado de conservación, ya que a pesar de estar impoluto, jamás había sido tocado por el agua, ni corriente ni de lluvia.
Casos de este tipo podemos encontrar cientos solo en la red, provenientes de todas las partes del mundo y que pueden tener como protagonista desde un antiguo y raro Bugatti Brescia hallado en un granero hasta un más actual Toyota Supra o una rara Bimota deportiva sin haber sido siquiera estrenados.
Pero dentro del mundo de los clásicos aun perduran algunos misterios a los que solo unos pocos continúan dando crédito y prestando atención, el de aquellos modelos que desaparecieron misteriosamente sin dejar rastro, en más de una ocasión, porque directamente fueron robados. De hecho, nos ha costado algunas semanas poder encontrar este tipo de material, ya que muy poca gente presta ya atención a algunos de los ejemplares de esta lista que os hemos confeccionado y cuyas imágenes podéis ver en la galería adjunta.
Toyota Celica Star Wars
Uno de los elementos que fueron empleados durante la promoción de la primera película de la saga galáctica en Estados Unidos no fue otro que un Toyota Celica de la primera generación del modelo. El Celica en si no representaba ninguna rareza, tan solo era un ejemplar más del deportivo fabricado en masa por Toyota a finales de la década de los setenta, pero este ejemplar fue con toda probabilidad el más fotografiado y mediático de toda su producción, ya que era incluso anunciado en prensa junto con la promoción del largometraje.
Según podemos extraer de dos artículos de Jalopnik y SpeedHero el vehículo fue encargado por la propia 20th Century Fox, para el que emplearon una versión denominada Celica Pace Car, de la que se fabricaron menos de un centenar de unidades y que contaba con un ancho kit de carrocería y el interior en cuero. El ejemplar recibió los adhesivos alusivos a la película en 1977 y en enero de 1978 ya había desaparecido.
Años más tarde, aún hay gente buscando el vehículo, del que parece ser que fue visto en algún anuncio de venta, sin embargo, la mayoría de los implicados en la creación del Celica ya han fallecido y otros simplemente no han sido identificados aun, como la chica que posa junto a el en la imagen que podéis ver en la galería adjunta, por lo que el verdadero paradero del ejemplar continúa siendo un misterio.
Porsche 550 Spyder 'Little Bastard' de James Dean
La historia del Porsche 550 Spyder, apodado 'Little Bastard', en el que fallecía el actor James Dean es bien conocida, de hecho, se le considera uno de los vehículos malditos de la historia, ya que tras el fallecimiento del actor en accidente mientras acudía a una carrera, al parecer, todos los que de alguna manera tenían contacto con las ruinas del vehículo alemán terminaban sufriendo algún tipo de accidente. Como podéis ver en el reportaje que preparamos especialmente sobre este vehículo hace unos meses.
Lo que sí es cierto y está verdaderamente comprobado es que durante un tiempo el modelo fue empleado como vehículo de exhibición, sin reparar, tal y como quedó tras el trágico accidente de James Dean. Como muestra de lo que podía pasar si no se atendía con suficiente prudencia y respeto a las normas de circulación y la velocidad.
Exhibiciones que no estuvieron exentas de peligros, ya que en el primer lugar donde fue guardado para ser expuesto se provocó un incendio que lo quemó todo, salvo el Porsche 550, misteriosamente. Tras ser expuesto en otros emplazamientos, simplemente desapareció durante su transporte. Así de raro y así de simple. Nunca más se ha sabido de el.
Su último propietario conocido fue el célebre George Barris, creador de vehículos como el Batmobile original, al que el actor dio el coche para que se lo personalizara, añadiéndole un tapizado nuevo y la decoración con franjas roja y el número 130 que aparece en las imágenes. Tras el accidente, Barris compró el coche y mientras lo tuvo, sucedieron toda esa pléyade de accidentes misteriosos.
Se desconoce si Barris llegó a denunciar la desaparición del vehículo o si simplemente lo termino de desguazar o vender. El caso es que desde hace décadas nadie ha logrado volver a ver el coche. No obstante, en no pocas ocasiones algunos han afirmado a bombo y platillo poseer lo que queda de 'Little Bastard', no obstante, aún no ha aparecido el Porsche oficialmente.
En la segunda parte de este reportaje conoceremos más modelos célebres que de la misma manera desaparecieron misteriosamente, sin que nadie haya vuelto a saber de ellos. Modelos tan llamativos como el Ford Mustang GT500 de la leyenda del rock Jim Morrison, el vocalista del grupo The Doors, que también desapareció sin dejar rastro y que lleva siendo buscado desde entonces por coleccionistas. No en vano, si el Mustang GT500 es un modelo clásico muy valorado, la unidad perteneciente a una leyenda de la música como Jim Morrison puede hacer que el valor de ese ejemplar sea simplemente astronómico.
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