Y es que Subaru es para gran parte de la afición a esta disciplina un referente dentro y fuera de los tramos ya que han sabido no trasladar los valores de sus coches de calle a los de competición sino al revés: han logrado transformar, adaptar y vender coches de rallies para rodar en vías ordinarias.
Con varios títulos de pilotos y marcas, el Impreza tomó la denominación de WRX STI hace ya veinte años cuando la delegación Subaru Tecnica Internacional decidió poner en sus manos uno de estos vehículos y llevarlo hasta nuevos límites o, mejor dicho, sobrepasar lo establecido y crear entonces una leyenda.
Dos décadas de pasión
Durante estos años, la sucesión y evolución del modelo lo ha llevado a ir mejorando generación tras generación la precedente aunque siempre pensando en que lo anterior era tan bueno que superarlo ha sido toda una proeza.
Algo así sucede con el nuevo WRX STI.
Con la controversia que rodeó la ruptura conceptual marcada desde inicios del segundo milenio con el STI "hatchback" de 2008 que dejaba atrás la estética de berlina para presentarnos un compacto salvaje, a finales de 2011 la presión popular hizo que esta variante del Impreza "ganara culo" y se comercializó desde entonces el "MY2011" o el STI sedán, último hasta el que ya os hemos ido presentando en los meses más recientes.
Cuestión de mercados
Hasta ahora conocíamos los datos propios con los que el nuevo STI saldría a la venta en EEUU y en mercados como el japonés pero desde hoy tenemos los que nos conciernen ya que ya son oficiales las especificaciones de la versión europea y, por ende, de la española.
Y es que mayo será el mes en que las primeras unidades lleguen a los concesionarios con un precio final establecido en 44.900€ para el único acabado que estará disponible en España cuyo nombre es toda una declaración de intenciones: Rally Edition.
Sea como fuere este nuevo WRX STI resulta tan emocionante de partida como sus hermanos ya que con un motor cuya potencia máxima se fija en 300 CV , el nuevo bloque motor de 2,5 centímetros cúbicos se mantiene fiel a su filosofía de cilindros cuatro opuestos, es decir, de configuración bóxer, DOHC 16 válvulas e incorpora como ya era habitual un turbo que permite generar hasta 407 Nm de par.
Con todo esto Subaru asegura una respuesta más inmediata pero a la vez lineal en la gestión de la aceleración y establece un 0 a 100 en 5,2 segundos y 255 km/h de velocidad máxima que alcanza este coche, gracias a la conjunción entre el trabajo del motor, la tracción integral de tipo All wheels drive o AWD gestionada por una caja de cambios manual de seis velocidades que dirige su trabajo a las ruedas que son montadas sobre unas llantas de 18 pulgadas, y un peso ligerísimamente superior a los 1.500 kg le hace reducir levemente el consumo respecto al MY2011 hasta los 10,4 litros de gasolina en trazados mixtos.
Y es que, si para este tipo de coches es imprescindible una respuesta inmediata y contundente, tanto o más importante es el tema de cómo detener o reducir la velocidad cuando sea necesario. Por eso incorpora un sistema de frenado firmado, nuevamente, por el prestigioso fabricante Brembo que dispone delante de unos discos ventilados de 326 milímetros sobre los que actúa una pinza de cuatro pistones y otros detrás de generoso diámetro, concretamente 316 mm, y una pinza de dos pistones, que han sido mejorados en cuanto a su tacto y resistencia a la fatiga cuando las exigencias de la conducción lo solicitan asegurando una respuesta como se espera de ellos.
Como todo vehículo de altas prestaciones que se precie necesita una configuración que no solo se adapte a las exigencias de la conducción sino que mejore la respuesta del conjunto y por ello se ha trabajado sobre tres focos principales: la dirección, la suspensión y el chasis.
Respecto a la primera, la dirección, es hidráulica y, aunque no se cuantifica de qué forma, se asegura que es más rápida y también más precisa que la de la anterior generación estableciéndose que el giro del volante se ha reducido de 2,8 vueltas a 2,5 lo cual hace prever una mayor efectividad a la hora de "meter el coche" donde se fije el punto de la trazada.
Por otro lado, la suspensión vuelve a ser exclusiva para esta variante y se ha trabajado en un nuevo diseño para este WRX STI de 2014, reforzándose y endureciéndose con el fin de reducir el balanceo del chasis en un 16 % y, si de porcentajes hablamos, el chasis ha ganado en cuanto a su rigidez un 40%.
Ayudas electrónicas a la conducción
Las mejoras mecánicas, estructurales y técnicas vienen acompañadas de una mejorada gestión electrónica del comportamiento de este Subaru mediante el DCCD (acrónimo de Drivers Control Centre Differential) que no deja de ser un gestor de la configuración del diferencial central autoblocante que reparte el par entre ejes y que puede ser activado en modo automático o manual mediante el selector "-" o "+" según las estimaciones de quien conduzca que, junto al habitual SI Drive, permite escoger la respuesta del motor dependiendo de las condiciones de donde se ruede entre tres tipos de respuesta del motor: Intelligent, Sport y Sport Sharp siendo la primera la más económica y contenida en cuanto a consumo de combustible y respuesta del motor, la Sport como intermedia donde la respuesta del aceleración sería más rápida que la Intelligent pero que dejaría la tercera, la Sport Sharp, como la más extrema, destinada a momentos en los que se necesitara una actuación inmediata y contundente por parte del corazón del STI
Del box del circuito a tu plaza de garaje
Dado que Subaru dio a conocer incluso antes de la versión de calle del STI la que competiría en pruebas de resistencia como las 24 horas de Nurburgring, no es de extrañar que la marca japonesa asegure que entre un vehículo como el mencionado y destinado para rodar un día entero por los casi 23 km de Nordschleife y el que dentro de pocas semanas podrá ser tuyo haya un 70 % de coincidencias en cuanto a piezas y componentes.
Es entonces en lo que basamos la argumentación para decir que el Subaru WRX STI es un coche de carreras homologado para circular por las calles de tu localidad, por las carreteras de tu país, ir al supermercado a hacer la compra o llevártelo a la sierra a rodar por aquellas carreteras serpenteantes donde tanto disfrutas a los mandos de un coche cuyas siglas es para muchos algo más que tres letras.
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