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MERCADO DE VO

BMW 323 ci E46 1999, un coupé confortable y bien rematado

Probamos el Serie 3 coupé de la generación E46, un atractivo modelo altamente disponible en el mercado de ocasión.

Sergio J. Cabrera

30 diciembre 2015 19:46

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BMW 323 ci E46 1999, un coupé confortable y bien rematado

Como ya vimos en el anterior artículo, tuvimos la suerte de tropezarnos con un gran ejemplar del BMW 323 ci de la generación E46, con poco más de 140.000 kilómetros a pesar de sus 16 años de vida, ya que esta es una de las primeras unidades comercializadas del coupé, en el año 1999. Por lo que hemos podido comprobar la robustez de un modelo que ya ha estado en las carreteras más de dieciséis años.

Ejemplares del Serie 3 son muy sencillos de encontrar en nuestro mercado de vehículos de ocasión, de cualquiera de las generaciones del modelo y de su abanico de carrocerías. Ya que en todas sus iteraciones, la Serie 3 de BMW siempre ha sido un auténtico superventas, a pesar de ser un modelo Premium, con un precio bastante más elevado que el resto de sus competidores. Pero la etiqueta de ser una de las referencias del segmento ha sido un honor que el modelo se ha ganado a pulso a lo largo de los años, con un conjunto de bastidor y mecánica difícilmente igualable por el resto de marcas generalistas.

Las versiones coupé elevan aún más la nota media del modelo, ya que estas no solo cuentan con una atractiva silueta coupé clásica de dos puertas, sino que representan la verdadera bandera del catálogo de la Serie 3, con las versiones M3, ahora M4, como verdadero estandarte del modelo.

No obstante, las variantes coupé no solo disfrutan del halo deportivo del mítico modelo alemán, también son unos excelentes coupés, y en función de la versión y sobre todo la mecánica escogida, podemos encontrar una respuesta deportiva de primer orden, sin necesidad de llegar a abonar la factura completa por uno de los deseados M3.

BMW 323 ci E46 1999, un coupé confortable y bien rematado

En el caso que nos ocupa, el 323 ci de 1999 dotado de transmisión automática, el target buscado es diferente. Este milita en una liga de modelos en los que se prima sobre todo el confort de marcha, la suavidad y sobre todo la representación. Habida cuenta del halo de vehículo exclusivo que dispone el modelo.

Nuestro ejemplar no podemos calificarlo como deportivo, ni tan siquiera por su elegante silueta clásica de tres volúmenes y dos puertas. Ya que su macizo diseño ya adelanta un comportamiento muy aburguesado, bastante más de lo que pudiera parecer sobre el papel. En las generaciones anteriores, las E30 y E36, el bloque de 2.5 litros confería a las versiones 325 de un tacto potente y deportivo, sin embargo, en esta ocasión el comportamiento del motor dista mucho de ganarse esta etiqueta.

Comportamiento

El 323 ci se muestra siempre muy cómodo sobre el asfalto, sobrado completamente de bastidor y los 170 caballos de su motor si bien son contundentes, carecen por completo de carácter explosivo. La entrega de potencia es muy lineal y progresiva, por lo que incluso empleando el modo manual de la caja automática el motor no se muestra agresivo en ningún momento.

Lo cual no debe tomarse como defecto, ya que BMW disponía precisamente de otras versiones en la gama de la Serie 3, por lo que la manera correcta de juzgar este modelo es bajo la etiqueta de coupé tranquilo y cómodo. Si el M3 son unas zapatillas de deporte radicales y muy tecnológicas, el 323 ci son unos cómodos y elegantes zapatos para ir de fiesta.

BMW 323 ci E46 1999, un coupé confortable y bien rematado

Analogías aparte, los 170 sosegados caballos del propulsor de seis cilindros no responden con lentitud ante las demandas del acelerador, siempre que nos acostumbremos al pequeño retardo de la transmisión automática, que en aquella época no disponían de la inmediatez de las transmisiones automáticas actuales. Sin embargo, ofrece muchas seguridad y confianza para realizar adelantamientos, ya que si bien no lo hace de manera explosiva, el 6 cilindros sube de vueltas de manera constante e imparable a poco que presionemos el acelerador.

En cuanto a su consumo, solo lo podemos calificar de correcto. Para un automóvil de 2.5 litros y automático de hace más de 15 años. Con unas medias por carretera rápida que no subieron de los 7 ? 8 litros y que en entorno urbano pasaron alegremente de los 10 ? 12.

El confort que ofrece el habitáculo es de primer orden, incluida la banqueta trasera, ya que ofrece espacio de sobra para dos adultos, siempre que no sean jugadores de baloncesto. La calidad de los materiales y el rematado típico de la marca de Munich están asegurados. Incluso en una unidad con este tiempo solo podemos calificar con muy buena nota tanto el equipamiento como su ejecución. Lo que sí que hay que tener en cuenta ante la posible compra de un vehículo de estas características es que realmente funciones hasta el último botón. Ya que no sirve solo con comprobar que la unidad está carente de accidentes, óxido o posibles fugas de algún líquido, ya que una reparación de algunos de los sistemas pueden costar una buena factura en un concesionario oficial, como veremos en el siguiente artículo.

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