Los datos hablan por si solos y en Estados Unidos siguen interesándose por los coches que se producen en Europa. Eso sí, no todos los coches por un igual, aunque son muchas las marcas alemanas que han visto como se ha ido incrementando su presencia en el país americano y poco a poco se han ido consolidando. Este es el caso de BMW que ha visto que es el primer importador de vehículos europeos al otro lado del charco y esto se debe especialmente a su gran relación calidad precio y a una gran versatilidad y productividad en sus coches y plantas.
En el 2022 se convirtieron en el principal exportador por quinto año consecutivo y lo hicieron con una cifra de 227.000 unidades que han ido al otro lado del charco, con un volumen de negocio de 10.000 millones de dólares. Se trata de un gran dato, y no es para menos, que ahora está estudiando la forma de que las plantas que tienen en el país americano se incrementen y a su vez, se potencie la deslocalización.El claro ejemplo se encuentra en la sede de Spartanburg, donde consiguieron producir un total de 416.301 unidades, los cuales 16% eran coches hibridos enchufables. En esta planta se confirmará que es la gran apuesta de futuro y no es para menos, teniendo en cuenta que en abril comenzarán a producirse en ella los nuevos BMW X5 y X6 junto a otros modelos eléctricos.
Gran inversión
A partir de 2030 se espera que en Estados Unidos se produzcan mínimo seis modelos eléctricos en Estados Unidos, por lo que tendrán que realizar una inversión de más de 1.700 millones de euros en esa fábrica, donde 1000 millones estará centrado en una configuración y readaptación de la planta y el resto se distribuirá en una planta de producción de baterías de manera integra. Ahora bien, solo queda ver hasta que punto es viable esta producción a gran escala, pero todo apunta que BMW sabe lo que se hace y no hay duda de ello. En ese sentido, es el momento preciso para establecer las pautas de su futuro más inminente.
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