El novedoso i8 de BMW, estandarte de la firma y de su nueva gama de productos eléctricos, es presentado por la marca como un deportivo, sin ambages ni excepciones.
Su propia arquitectura es un compendio de la más alta tecnología y los más avanzados y exclusivos materiales, como la fibra de carbono o el aluminio. Dotado de un pequeño motor de combustión convencional que trabaja conjuntamente con uno eléctrico que alimenta al eje delantero, es su grupo motriz eléctrico la verdadera razón de ser de este modelo.
Representando el pináculo de la tecnología de los nuevos modelos eléctricos e híbridos, el i8 es la punta de lanza de la nueva ola de modelos que más pronto que tarde invadirán nuestras carreteras.
Aunque por el momento, tanta promesa tecnológica aún no ha desbancado a los motores de combustión tradicionales ni en la carretera, ni en la pista.
Drag race
EVO enfrenta en este vídeo al nuevo i8 a uno de los monstruos sagrados de la deportividad, el Porsche 911, en su versión Carrera S dotada del paquete Powerkit, que le otorga 30 caballos más al 911 en su versión 991, mientras que el i8 dispone de una potencia combinada de 362 caballos, y la ventaja de la tracción total que le otorgan sus dos motores instalados en ambos ejes.
Por tanto son 430 caballos a la antigua usanza, aunque cargados de electrónica (sistema Launch control de Porsche incluido) frente a los tecnológicos 362 caballos del i8, el deportivo más avanzado del momento. Para saber quién ganará, en el magnífico vídeo de EVO.
Fuente: EVO
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