BMW anunció que no lanzaría el primero de sus modelos de la serie i hasta 2013. Aún así, la firma alemana ha colado su modelo Vision EfficientDynamics i8 en el rodaje de Misión Imposible: Ghost Protocol (MI4), que está teniendo lugar durante estos días en las calles de Bombay (India).
El nuevo BMW i8 -nombre con el que se comerciará- posee un sistema híbrido inédito en un modelo de estas características, con un motor turbodiésel de tres cilindros situado en el eje anterior, asociado a un motor eléctrico de imanes síncronos permanentes ubicado en el eje delantero y otro motor más, de iguales características técnicas en el posterior, con los que tendrá una potencia máxima de 328 caballos.
El i8 dispone de una batería de polímero de ión de litio recargable mediante una toma de corriente eléctrica convencional en sólo dos horas y media. En modo eléctrico, tiene una autonomía de sólo 50 kilómetros; mientras que con el depósito lleno, la autonomía total asciende hasta los 700 kilómetros.
Gracias a la exclusiva tecnología ActiveHybrid de BMW, sus prestaciones serán únicas en el mercado, bastándose de sólo 4,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, con una velocidad máxima de 250 km/h, produciendo un consumo medio de 3,76 litros de combustible por cada 100 kilómetros y unas emisiones de 99 gramos de CO2 por kilómetro aproximadamente.
La versión del i8 que producirá la marca alemana presenta un diseño futurista, con una altura de sólo 1,24 metros y detalles como sus puertas con apertura vertical para facilitar la entrada a los pasajeros de las plazas traseras, además de importantes soluciones estilísticas que consiguen reducir el coeficiente aerodinámico al 0,22x.
A pesar de todo, no tendremos oportunidad de ver el BMW i8 en acción hasta el estreno de la cinta a finales de año.
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Pero no solo BMW se ha subido al carro de las promoción a través del cine...
¿Qué sería de James Bond sin su Aston Martin? El nivel de sofisticación de los sucesivos modelos que ha ido conduciendo, así como los gadgets que durante décadas han ido acumulando o las generosas partidas presupuestarias del jefe de Bond, han convertido a la firma británica en un icono cinematográfico, desde el Aston Martin DB5 de 'Goldfinger' (1969) hasta el DBS con el que comienza 'Quantum of Solace'.
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