Desde BMW ya nos han acostumbrado a que a la hora de presentar un nuevo modelo, se lanza una versión convencional, para luego incluirle varios paquetes de alto rendimiento. El nuevo Serie 6 GT presenta numerosos e interesantes cambios en su mecánica y su estética.
Diseño
Se hace inevitable tomar de referencia al Serie 5 GT, el modelo que antecede al Serie 6. Entrando en esta comparación, se observan cambios importantes. Por ejemplo, lo supera en longitud por 87 milímetros exactos, además de poder contar con un mayor espacio interno y en el maletero.
Su interior es para destacar, pues empieza destacando una pantalla de unas 10 pulgadas que cuenta con funcionalidades importantes, como es el caso del control por voz y otras informaciones relevantes. Tecnológicamente está perfectamente dotado, pues además de favorecer de cierta forma al infoentretenimiento, avisa inmediatamente de situaciones peligrosas como en el cambio de carril o el sentido contrario, mientras que la parte trasera tiene dos pantallas para el entretenimiento. Finalmente se pueden mencionar los sistemas de navegación, un sistema inteligente para la llamada de emergencia, o un servicio ConnectDrive.
Se destacan también los asientos de cuero Dakota, los cuales además de representar un importante cambio para la comodidad, se pueden dividir en 40/20/40.
Apartado mecánico
La parte mecánica del Serie 6 GT es bastante interesante, pues cuenta con dos motores de gasolina y tres diesel, que están asociados a una caja de cambios marca Steptronic de ocho velocidades. Los propulsores de gasolina serán las versiones llamadas 630i con 258 caballos de potencia, y la 640i de 340 caballos. En el caso de los Diesel, tenemos las variantes 630d con 265 caballos, 640d con 320 caballos, y el 620d con 190 HP.
Un dato a destacar, es que el Serie 6 GT contará en su motorización con un sistema de tracción xDrive, pero solo para las versiones más potentes. Ni las variantes 620 ni la 630i tendrán este elemento.
El acabado M Performance
La cosa cambia un poco cuando se habla del paquete M Performance, pues con estas especificaciones el coche da un salto estético considerable, aunque el paquete solo estará presente en las versiones de gasolina y tracción total.
El acabado M Performance consta de unas llantas de aluminio de 21 pulgadas, con un sistema de frenos que tiene unos discos de mayor medida, y la notable presencia del carbono en los espejos retrovisores. Internamente cambia un poco también, pues el volante pasa a ser un deportivo hecho en alcántara, y los ya destacados asientos adoptan un estilo más Sport.
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