El fabricante bávaro ha enseñado la versión diésel del BMW Serie 5 Touring 2017, que goza de una considerable potencia y deportividad. Estamos hablando del M550d xDrive 2018, un vehículo que cumple expectativas al ser especialmente potente, y se espera que tenga la perfecta combinación de diésel con las mejores prestaciones.
El nuevo vehículo de BMW no presenta grandes cambios visuales respecto a lo que se vio en los modelos que integran la gama M Performance, y estará disponible en versiones sedán y carrocería touring. Son novedad sus paragolpes y su muy pequeño spoiler trasero, además de las llantas de aleación BMW M de 20 pulgadas, y detalles cromados específicos.
Datos Mecánicos
Bajo el capó es donde encontramos la mayor novedad del M550d xDrive, pues cuenta con un motor de con cuatro turbocompresores 3.0 litros y seis cilindros que ofrece unos 400 caballos de potencia, y 760 Newton/Metro de par. Sobrepasa entonces a su antecesor por 19 CV y 20 Nm de par. La motorización del nuevo modelo está a la altura del motor V8 que equipa el anterior M5 E39 de BMW, al menos en cuanto a caballos, mientras que, el par de motor es más alto a las 2.000 revoluciones por minuto.
El propulsor está asociado con una transmisión automática de ocho velocidades y de denominación M-Performance, y no menos importante es su sistema de tracción total llamado xDrive. Destacan considerablemente estos factores, ya que, lo que aportan se ve reflejado en la capacidad del m550d para acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en apenas 4.4 segundos la versión sedán, y en 4.6 si se elige la variante touring.
Eso sí, las dos variantes comparten una velocidad controlada por electrónica de 250 kilómetros por hora, pero se diferencian nuevamente en el consumo de combustible, al consumir 5.9 litros promedio la primera versión y 6.2 litros la segunda. En cuanto a las emisiones de CO2, se estima que sean de 163 g/km.
Diseño e interior
Mencionamos anteriormente que no se apreciaban grandes cambios visuales con respecto a otros modelos de la gama. La casa alemana asigna a este modelo el paquete aerodinámico BMW M, que se traduce en cambios específicos en las entradas de aire, detalles en la parrilla del vehículo y en los espejos retrovisores. Donde los bávaros han hecho el mayor hincapié, es en conseguir aumentar el flujo de aire para favorecer notablemente a la refrigeración del propulsor.
De resto, destaca la suspensión deportiva M que disminuye la altura de la carrocería, además de traer consigo un control dinámico opcional. Y por si fuera poco, equipa un sistema de escape deportivo junto a la dirección activa integral.
No decepciona internamente, pues nos encontramos unos asientos deportivos de tapicería específica, los pedales característicos del paquete BMW M, y su volante con diseño totalmente deportivo y forrado en cuero. Eso sí, existe la posibilidad de personalizar el mismo. Tendremos que esperar a finales de año para tener en los concesionarios al BMW M550d xDrive. Sin duda, otro paso adelante de la fábrica alemana, reafirmándose en su calidad de marca referente.
Artículos recomendados