Un exterior que en teoría sirve para adelantar la línea de diseño de BMW para sus modelos más lujosos es casi lo que menos sorprende, ya que tampoco está tan lejos de lo que tenemos hoy en día. Sin embargo, sí que vemos algunas líneas maestras que adelantan algunos cambios, aunque estos llegan en mayor medida y son más tangibles en el interior. Una política que al final pasa por lujo, modernidad, diseño y tecnologías innovadoras que tampoco podemos concretar mucho más que ya como decimos es un adelanto hacia algo todavía indefinido. La ingeniería ligera también toma en teoría un papel importante en este concept.
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Para seguir con esta apuesta, los materiales y la misma estructura pasan a diferentes niveles de uso de materiales. Capas iniciales de tejido de carbono, controles e interfaces de visualizaciones y funciones de iluminación hasta ahora nunca vistas. El aluminio como material predominante, la fibra de carbono como compañero perfecto y el lujo propiamente dicho con materiales como la madera o cuero crean la perfecta comunión en su interior. Todos estos elementos van acompañados de servicios exclusivos y una nueva interfaz de BMW ConnectedDrive, que presenta así también el futuro en tema de conectividad e infoentretenimiento.
Tanto en el interior como en el exterior lo que BMW quiere vender con este Vision Future Luxury es exclusividad y elegancia por doquier. Larga distancia entre ejes y una perfecta aerodinámica afinada al milímetro nos invitan a ver un modelo dinámico y espacioso en todas sus plazas, algo que no está lejos de la verdad y que se complementa con tecnologías como las BMW Laserlight o la iluminación OLED trasera. En definitiva, un modelo remodelado por fuera con una línea de diseño cuidada al detalle también en el aspecto aerodinámico, un interior a un nivel superior y que refleja el futuro de la marca.
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