Corría el año 1997 y BMW presentaba en el Salón del Automóvil de Tokio el Z07, un prototipo diseñado por su equipo de diseño del sur de California, en concreto por su diseñador, Henrik Fisker, sí, el mismo que diseñó el Fisker Karma.
El Z07 causó una gran sensación en Tokio. Su diseño fluido, vanguardista, elegante y minimalista llamaba la atención de todo el que posaba su mirada sobre el prototipo. Además, el Z07 buscaba el recuerdo de otro BMW mítico como fue el 507 de 1955, lo cual removía algo en el interior de los entusiastas de la marca.Esto llevó a BMW a plantearse si el Z07 debía quedarse en una mera muestra de su capacidad de diseño, o si debía hacerse realidad e incorporarlo a la gama de vehículos de la época, en la cual ya encontrábamos otro "Z", el Z3.
Del "Concept" a la realidad con pocos cambios
Así pues, BMW no tardó en decidirse, al menos no demasiado, y tan solo dos años más tarde, el BMW Z8 se hizo realidad. Pocas cosas cambiaron del prototipo al modelo de calle. En 1999 comenzó la producción del cabrio más selecto de BMW.
BMW apostó fuerte por este modelo, lo promovió por todo el mundo como un descapotable de altas prestaciones pero también de un lujo sin igual. Además, el Z8 se convirtió en el "coche Bond", al aparecer en la película de 007 de 1999 "El Mundo Nunca es Suficiente", en el que el descapotable era serrado por la mitad por unas cuchillas para talar árboles.
El Z8 montaba un motor V8 de 4.9 litros capaz de desarrollar 400 CV de potencia, mismo motor que poseía el M5 de la época. Así, el Z8 no solo era cómodo y elegante, sino también rápido, de 0 a 100 en 4,6 segundos, aunque su velocidad se veía limitada electrónicamente a los 250 Km/H.
Pocas unidades y exclusivas
Del Z8 solo se produjeron 5.703 unidades en todo el mundo, lo que lo convierte en un objeto casi de coleccionista. Su precio de salida fue de 120.000 €, un precio más que aceptable si tenemos en cuenta la calidad y diseño del mismo.
Además al Z8 "convencional" debemos añadir la variante producida por el preparador Alpina. El Alpina V8 Roadster era una variante aún más exclusiva del deportivo. Se disminuyó la potencia de su motor pero se aumentó el par motor, y la velocidad limitada a 259 Km/H.
Lo remarcable de todo esto es que el valor de estos lujosos cabrio no ha disminuido, sino, mas bien, ha crecido en algunos casos. Podemos encontrar algunos ejemplares de segunda mano y sus precios nos dicen precisamente esto, el Z8 se ha revalorizado.
Esto se debe, además de a su diseño, que aún podría pasar por un coche nuevo, a que es el último gran descapotable de la marca, un descapotable que bien podríamos llevar a una cena de gala y no desentonar con los grandes sedanes.
En definitiva, el Z8 llegó para quedarse, para ser un hito en la historia de BMW. Creo que es hora de que BMW nos deleite con otra obra maestra. ¿No creéis?
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