El diseño de este BX7 está firmado por el exdiseñador de Saab Heinar Hareide. No obstante si observamos con detenimiento las líneas del BX7 nos evocarán poderosamente modelos conocidos por todos. Ahí tenemos la trasera del Porsche Macan casi fotocopiada, la línea lateral muy similar a la del Audi Q5 y la parrilla delantera que parece sacada de un modelo de Tesla. Una apuesta segura en cuanto al gusto del mercado y la tendencia mundial actual.
La motorización del BX7 puede ser el gran aliciente para el renacer de la marca. Se ofrecerá inicialmente con un motor 4 cilindros gasolina de 220 CV. Lo que rebaja las expectativas con respecto a sus supuestos competidores y lo acerca al mercado terrenal. Más adelante Borgward pretende incorporar una versión híbrida plug-in de 400 CV que también podríamos ver en Frankfurt. No ha trascendido si la mecánica tendrá un origen propio o si adaptarán mecánicas existentes.
Planes ambiciosos
Los planes de Borgward pasan por el éxito del BX7. Tienen claro que su mercado principal debe ser el de los países emergentes y China. Su ambicioso planteamiento es el de estrenar dos modelos nuevos cada año, principalmente berlinas y crossovers.
Si todo va según lo previsto Borgward construirá 800.000 coches de aquí a 2020. Con lo que los planes de la marca, que ahora es parte de un grupo chino llamado Foton es volver a convertirse en una marca de prestigio mundial. Por ahora el BX7 es su carta de presentación.
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