Cuando un vehículo alcanza altas velocidades generalmente usa parte de la gasolina para lograr la refrigeración del motor a combustión y además también aumenta el consumo de gasolina. No obstante, el fabricante de autopartes y tecnología automotriz Bosch se propuso poder revertir el alto consumo de gasolina durante este proceso.
Es por ello que el fabricante alemán ha introducido en sus motores un inyector adicional al de gasolina, pero este inyecta agua, lo cual, como todos sabemos, se utiliza para refrigerar el motor y evitar el sobrecalentamiento del mismo.
Aunque hasta ahora se ha venido utilizando la misma gasolina para bajar la temperatura dentro del cilindro, al inyectarle agua justo momentos antes de que se queme el combustible se obtiene el mismo efecto, lo que a su vez permite mantener el tanque de gasolina lleno por más tiempo. Según Stergan Seiberth, presidente de Gasoline Systems de Bosch, este dispositivo le añadirá una potencia extra a cualquier motor turboalimentado.
Un proceso simple
Es de destacar que sólo se usa una pequeña cantidad de agua durante el proceso, sólo unos decilitros por cada 100 kilómetros recorridos, por lo cual el consumo de agua también será mínimo, y si se olvidase llenar de nuevo el depósito, el motor seguirá enfriando de la manera convencional usando la propia gasolina. Otra ventaja es que dicho sistema interactúa mejor con el medio ambiente, ya que al reducirse la temperatura del motor, también se reducen las emisiones de óxido de nitrógeno.
BMW ha sido la pionera en utilizar esa nueva tecnología. El BMW M4 GTS, es el primer vehículo equipado con inyección de agua, cuyo motor es de seis cilindros con turbocompresor. Como último dato tenemos que dicho motor arroja un ahorro de hasta un 13% de combustible al circular por la autopista utilizando una tecnología que anteriormente se reservaba para la aviación, pero ahora ya está disponible para el transporte terrestre.
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