Todos los grandes marcan la historia mas no todos los que hacen tal proeza se logran mantener en el tiempo, de tal manera que de quien vamos a hablar en este artículo va más allá de ser grande, es un inmortal, y es que el Toyota Jeep BJ 1951 ha demostrado ser partícipe de ese prestigioso grupo de inmortales, de tal manera que ya está en el salón de la fama de los coches clásicos muy a pesar de que es un rustico de casi 70 años de edad.
Cuando comenzó todo
Después de la segunda guerra mundial el mundo europeo quedó bastante golpeado al igual que Japón, mucha ruina y un aumento considerable de la inflación como consecuencia obvia, y como circunstancia contradictoria el causante de la destrucción de Japón gracias a las bombas atómicas, los estados unidos de Norteamérica fue quien le tendió la mano para de una manera u otra palear la situación económica por la cual atravesaba el país, implantando la política económica y estabilizadora llamada Dodge Line, esto en honor a la verdad ayudo mucho.
Muy a pesar de eso era tan grave la situación que en 1950 la marca japonesa sufre una huelga general de empleados, situación por el cual Toyota de manera magistral pudo solventar, luego de eso el 25 junio de ese mismo año Corea entra en guerra consigo misma la cual dividió el país de manera definitiva, y como para ese momento Japón aun estaba siendo ocupada por el ejército estadounidense esto causó que la Toyota fuese tomada en cuenta para la producción de vehículos militares 4x4, una gran oportunidad que aprovecharon al máximo produciendo varios prototipos, pero no fue sino en enero del 1951 cuando Toyota lanza al mercado militar el Jeep BJ.
Como era por fuera el Toyota Jeep BJ 1951
Cuadrado en todos los aspectos a excepción de algunos pocos elementos tales como los faros, las terminaciones del capo y las llantas obviamente, el resto era muy cuadrado, la parrilla por ejemplo, a parte de cuadrada tenia rejillas verticales que daban la sensación de ser los barrotes de una cárcel, cosa que le permitía al motor estar totalmente fresco dada la gran entrada de aire; por otro lado, el paragolpes era toda una viga de hierro atornillada al fuerte chasis, esta adoptaba dos pequeñas luces adicionales a los faros. Los guardapolvos delanteros eran también cuadrados y largos en sus partes bajas convirtiéndose a la vez en pedestales para abordar el vehículo, ya que le mismo no tenía puerta por ser no solo un rustico 4x4 de guerra sino que también era descapotable.
Por otro lado encima de los guardapolvos ofrecía una pequeña rejilla en cruz la cual protegía los faros delanteros, los laterales eran totalmente lisos porque como ya dijimos no tenía puertas este primer modelo 1951. El parabrisas estaba montado en una base de hierro tubular, la cual se odia inclinar y recostar del capo, no obstante también al pararlo para que cumpliera su función de parabrisas se podía unir a una lona que estaba recogida en la parte trasera, la cual al ser desplegada hacia adelante le daba al Toyota Jeep BJ 1951 un gran techo que protegía al conductor y acompáñeles del sol y la lluvia, todo esto ayudado también por otros tubos paralelos ubicados en los laterales.
El rústico habitáculo
A bordo del Toyota Jeep BJ 1951 solo encontramos lugar para cuatro personas con dos asientos delanteros simples, medios cuadrados y lisos, tapizados en cuero de color negro, y un asiento trasero largo tipo banco pero obviamente rectangular y por supuesto hechos con los mismos materiales de los delanteros. El esto del habitáculo era muy sencillo y rustico, todo en hierro, el piso, el salpicadero, todo era de metal y del mismo color de la carrocería externa incluso el tablero central el cual ofrecía un arcaico cuadro de instrumentos también era del mismo metal. El paragolpes trasero al igual que el delantero ofrecía ganchos de remolque y cerrando con el volante de tres delgados radios podemos indicar que era grande, de hierro pero cubierto de duro plástico.
Motor y componentes mecánicos
Como la Toyota tenía la premura de fabricar un auto rústico 4x4 en tan poco tiempo lo que hizo fue unir piezas claves, de tal manera que en 5 meses ya lo había logrado pero con un chasis de camión Toyota SB de 1947 el cual soportaba 1 tonelada y con el motor del camión BM, el cual era un 6 cilindros en línea de 3,386 cc refrigerado por agua, asociado por supuesto a una transmisión manual de 4 velocidades.
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