La idea original de Meyer fue tan simple como ingeniosa, empleando la base y el tren motriz de un, más que económico y fiable Volkswagen Escarabajo de la época, añadió una carrocería de fibra de vidrio muy simple y minimalista, algo a lo que el propio Meyer estaba más que acostumbrado dad su experiencia en la fabricación y reparación de barcos.
El éxito del conjunto no solo se debió al tremendo carácter visual del conjunto, que en plena década de los sesenta hizo furor, sino al propio rendimiento del modelo, que diseñado para atravesar dunas y desiertos inmediatamente cosechó el éxito deportivo en este tipo de pruebas.
Nueva etapa
En la última década Meyer ha vuelto a reemprender el negocio con su propia marca, Meyer Manx, fabricando aún el célebre Dune Buggy, en el vídeo a continuación podemos ver al propio Meyer hablar de su criatura, que en los últimos cuarenta años no ha perdido ni un ápice de atractivo y personalidad.
Fuente: XCar
Artículos recomendados