La exclusividad de ciertas tiradas reducidas de ciertos fabricantes como la propia Bugatti, Lamborghini, Ferrari... provoca fiebres por el consumo exacerbado de aquellos que coleccionan vehículos de hiperlujo como muchos lo hacemos con sus miniaturas a diferentes escalas e infinitamente más económicos. La singularidad de estas llamadas ediciones especiales, o como muchos pensamos, sacacuartos para ricos exéntricos versa en rebuscados colores, incrustraciones conmemorativas, logotipos diferentes o cualquier nota de prensa de la marca que indique que habrá solo "1 de..." cuantos menos mejor.
En este caso, este Grand Sport sí que, efectivamente es algo más, ya que la marca propiedad del grupo Volkswagen indica que es el Veyron más rápido jamás fabricado y que alcanza una punta de 407 km/h. Además, la inclusión de determinadas piezas de fibra de carbono, ayudan a aligerar este ya de por sí pesado vehículo.
Un precio exclusivo para un Veyron único
Estéticamente, el predominio en el interior y exterior de un tono amarillo nada discreto, lo hará objetivo de las cámaras allá donde vaya para disfrute y ego de su propietario. Las insercciones en costuras, salpicadero, cuadro de instrumentación, etc. se incluyen en el precio de este coche: nada más y nada menos que 1,58 millones de euros.
Si eres de los que no te alcanza el presupuesto, siempre podrás optar a la versión de base que, de momento, sigue sin completar la lista de peticiones puesto que, de 150 unidades disponibles, aún 105 están esperando un o una ordenante al módico precio de 1,4 millones de euros.
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