No seré yo quien vaya a restar un ápice a la importancia de las producciones de Zagato al mundo del diseño automovilístico pero este Z4 remodelado a mano toma demasiados elementos ya presentes en otras propuestas del propio carrocero o vistas en modelos que nada tienen que ver con el estudio.
Innegablemente, la vista frontal está basada en la línea de la nueva estética de BMW, pero ese alargado capó con esas tomas de aire superiores me recuerdan en exceso a las del Aston Martin V12 Zagato.
El extremadamente largo capó y la silueta de techo deja ver una vista lateral que parece calcada del recientemente presentado Ferrari F12berlinetta, es más, las llantas parecen una réplica.
Llega un punto en que ya no sabes si eres un poco paranoíco o la imaginación de los diseñadores llega a un bloqueo mental porque esta vista trasera es tremendamente parecida al concept car con el que Honda enseñó cómo sería la actual generación del CR-Z.
La moda de los escapes poligonales afecta a esta propuesta y acaban resultando vulgares en este Z. Si lo que se busca es ser diferente dentro de un estilo, la proliferación de este tipo de diseños provoca justo lo contrario: que ahora lo habitual, incluso en la gama media-baja, es que todo modelo cuente con unas colas de escape o embellecedores como estos.
El interior también está modelado tras las indicaciones de la firma italiana donde un envolvente y obsesivo ansía por el lujo y el confort presiden el habitáculo.
Más Zagato que BMW
No cabe duda que es hermoso, muy hermoso, elegante, aúna rasgos de deportidad contenida a base del cincel del escultor y ha sido diseñado tanto para producir placer en la conducción como en su percepción visual, pero quizás esta personalización de cómo ve el estudio Zagato un Z4 de BMW, debería contar con una impresión más germánica, es decir, debería ser el ADN de BMW quien fuera el protagonista y no al revés porque este coche pudiera a llegar a ser poco innovador por los evoques dichos.
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