En los últimos meses nos hemos encontrado con una gran diversidad de productos que nos hemos adentrado en un terreno desconocido donde la versatilidad y la gestión de sus productos y baterías de modelos eléctricos ha permitido que nos hemos comencemos a desarrollar algún tipo de alternativa de movilidad urbana. Firmas como BYD no han tardado en trabajar en distintas áreas para que sus modelos urbanos sean unos de los más competitivos del momento y para ello, han estado indagando en una potente división de baterías que espera que sea suficiente para dar la sorpresa durante el primer semestre de 2023.
El nuevo objetivo de la firma no es otro que convertirse en la primera compañía que sea la líder del mundo en la producción de baterías de sodio en esos coches que tienen una producción en masa. En los últimos años se ha observado que hay un gran prejuicio en el mercado técnico y es que muchas baterías han sido producidas única y exclusivamente en litio, un material que está cada vez más demandado y comienza a escasear a escala planetaria. Ahora, la firma asiática ha encontrado esas alternativas necesarias para lograrlo.En un momento donde nos encontramos con una gran dependencia mundial en el litio y que ha propiciado un aumento del coste, no es de extrañar que sea uno de los materiales más preciados y que a la vez origina una gran variación de su precio. Todo esto es principalmente posible gracias a la generación de unas alternativas sostenibles de sodio.
Una solución a corto plazo
Una de las soluciones más trabajadas en todo este tiempo ha sido la producción de un tipo de baterías de electrolito sólido, que todo apunta que su entrada al mercado en la producción a gran escala no llegará hasta dentro de diez años. De este modo, la alternativa que ofrece BYD con baterías de sodio haría que muchas empresas puedan patentarla y emplearla en sus vehículos. Ahora, la cuestión es clara y no sería de extrañar que se apostase por un material que no está tan explotado en la industria de la automoción.
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