Por lo tanto, el 7:37.47 marcado en una vuelta donde la lluvia hizo acto de presencia en la parte final de la misma es muy a tener en cuenta. El deportivo más aguerrido de las nuevas propuestas de la marca de Detroit ha conseguido de hecho terminar por delante de otros modelos más potentes y en teoría más rápidos como son el Audi R8 V10 que cuenta con un propulsor de 525 CV, el Lexus LFA con 560 CV o el Lamborghini Murciélago LP 640-4, que tiene la nada despreciable cifra de 640 CV escondidos junto a su motor bajo el capó.
Un video para guardar
Hablamos de un deportivo a la vieja usanza, con las ayudas justas, un motor V8 de sonido bronco y un concepto puramente americano donde la potencia primera sobre otros elementos. Por lo tanto, no es de extrañar el rugido que emite su propulsor cuando se pone a casi 7.000 RPM o cuando se exprime con todas sus fuerzas para alcanzar la velocidad máxima en la última gran recta de la pista, donde llega a 260 km/h de velocidad máxima.
Eso sí, para enfrentarse a este reto no todo ha sido propulsor. El modelo que ha rodado en Nürburgring junto al Corvette ha contado con una instalación adicional de frenos carbocerámicos de la marca Brembo, bastante más eficaces que los que montará en principio cuando entre en fase de producción. En definitiva, una mala bestia en el mejor escenario para desatarse, os invitamos a ver el video que acompaña a este artículo.
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