Esta mañana Victor Muller (responsable de Saab) y el vicepresidente de Hawtai Motor Group (la firma china anteriormente ligada a Hyundai) han anunciado en rueda de prensa en Pekín la alianza por lo cual 120 millones de euros chinos irán a parar a Saab y el acuerdo para una alianza estratégica entre ambas compañías a medio plazo.
Saab, cuya situación económica hacía peligrar la continuidad de la marca, recibe así un balón de oxígeno fundamental y ve en estos dólares chinos su salvación. Esta inversión se destinará a la producción, distribución de automóviles y a la investigación tecnológica. Estos 120 millones suponen la compra por parte de Hawtai de 24,6 millones de acciones de la marca sueca, con lo que se harán con el 29,9% del capital total.
Saab, al igual que ocurriera con Volvo -la otra automovilística sueca-, abre las puertas a los inversores chinos que tras salvarles de la desaparición pueden terminar fagocitándolos.
120 millones que son un alivio para Saab
A esa inyección de 120 millones de euros que comprende el acuerdo entre Spyker Cars -propietaria de Saab- y Hawtai, hay que sumarle otros 30 millones en forma de préstamo convertible. Tiene un validez de 6 meses, una tasa de interés de 7% anual y un precio de conversión de 4,88 euros por acción.
Este acuerdo y la futura alianza permitirá a Saab fabricar localmente en China, el mercado con más expectativas de crecimiento, además de significar su salvación de la quiebra y desaparición.
Entre tanto, Saab también sigue pendiente de que el multimillonario ruso Vladimir Antonov compre compre la fábrica y utillaje para después realquilárselo a la marca sueca. De esta forma se desprendería de activos pero ingresaría dinero líquido.
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