¿Electricidad? ¿Etanol? ¿Hidrógeno? Durante el último lustro estamos viviendo un sinfín de ideas revolucionarias respecta a la automoción; una gran cantidad de diferentes combustibles más limpios y respetuosos con el medio ambiente se están abriendo camino forzosamente en el monopolio de los derivados del petróleo.
Mejor con agua y aire
El agua es el elemento más común en la tierra y contamos con la tecnología para convertir el agua salada en dulce e incluso en potable. Desde hace muchísimos años, se ha intentado crear el automóvil definitivo: uno propulsado por agua. Se han dado muchos pasos y parece que ahora estamos ante un modelo que podría ser realidad.
Una start-up israelí ha creado, según ellos, un coche que únicamente necesita de aire y agua para andar. Funciona mediante una batería que en este prototipo va alojada en el maletero. Esta batería de iones de aluminio entra en reacción con el oxígeno y logra una autonomía de unos 1600 kilómetros... Ya querría esa autonomía muchos coches actuales sin aumentar el peso del vehículo a causa de una mayor carga de combustible. Una vez que recorramos esta distancia tan sólo debemos rellenar la batería con agua y voilà: 1600 kilómetros más a un precio ridículo y con una contaminación ridícula.
Lo mejor de todo esto es que el prototipo podría pasar a la comercialización en un tiempo bastante cercano: alrededor de 2017, mucho antes de que llegue la esperada próxima generación de baterías para coches eléctricos e híbridos.
Ya ha sido probado
También es cierto que no es el único coche de este estilo que existe en el mundo. Su particulariedad es que ha salido a la luz y ya ha podido ser probado por la prensa; concretamente por Eliott Gotkine, periodista en Oriente Medio de la agencia Bloomberg. Bajo estas palabras podemos verle en un vídeo probándolo.
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