Actualmente las nuevas tendencias en el sector automotriz nos llevan por un solo camino, el cuidado del ecosistema. Es por ello que la gran mayoría de los fabricantes se encuentran inmersos en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de las nuevas tecnologías, para adaptarlas a todas las normas internacionales que actualmente rigen el cuidado de nuestro medio ambiente; y esto no es un juego. Es bien sabido que hasta las grandes marcas se han visto envueltas en escándalos, y hasta han tenido que cancelar grandes sumas de dinero por concepto de multas y demandas legales, y todo por violar, así sea de manera muy mínima, las normas que tratan sobre la disminución de los aditivos contaminantes.
En vista de esta situación, ha surgido la necesidad de estudiar, diseñar y construir coches que se mueven gracias a propulsores cero contaminantes; pero cuando nos referimos a contaminación cero, no solo encontraremos motores eléctricos, también hallaremos modelos híbridos, impulsados a gas natural y de hidrogeno. Cada cual con su propia tecnología, pero todos tras un mismo objetivo, ser amigables con nuestro planeta. Sin embargo, existen diferencias entre todos ellos, y no solo en cuanto a tecnología, sino con respecto a costes, a saber, cuanto gastamos en el cuidado de estos motores e inclusive, cuanto gastamos cada vez que nos toca volver a llenar nuestro tanque de combustible.
Es bueno establecer ciertas diferencias que de seguro nos pueden beneficiar a la hora de decidir a comprar un coche "emisión cero", porque, aunque usted no lo crea, ser amigables con el medio ambiente cuesta mucho dinero. Es por ello que toca analizar algunos aspectos básicos que simplemente nos dará una idea de cuánto podríamos gastar a diario movilizándonos en nuestros coches no contaminantes, comparado con aquellos que aún son impulsados por el combustible más conocido, a saber, gasolina o diésel.
Una de las tecnologías más atractivas tiene que ver con los coches impulsados por hidrógeno. Según muchos estudios, está comprobado que el hidrógeno es un combustible alternativo a la gasolina o diésel, y que es amigable con el medio ambiente, sin embargo, el gran detalle de tener un coche con estas características es el gran coste que supone mantenerlo. Algunas personas se preguntarán, ¿cómo el hidrógeno llegó a ser un combustible alternativo, siendo que más del 90% se obtiene del carbón, petróleo y gas natural? La respuesta es sencilla, las muchas horas de estudios y pruebas, y los adelantos a nivel científico.
Coches con pilas de hidrógeno
Un coche con pila de hidrógeno lo podemos considerar una obra de arte automovilística amigable con el medio ambiente. No es muy común ver este tipo de vehículos, aunque quienes los tienen gozan de toda su tecnología; pero también debemos destacar el nivel de consumo de estos coches, algo que bien podríamos considerar como alto. Un modelo con pila de hidrógeno puede consumir alrededor de 29 kWh cada 100 kilómetros recorridos, lo cual se traduce en 0,9 kilogramos de hidrógeno cada 100 kilómetros. Podemos notar ejemplos muy concretos como el modelo Mercedes-Benz Clase B F cell, que consume 1 kilogramo de hidrógeno cada 100 kilómetros, y cuenta con una autonomía de 380 kilómetros. Traducido de manera más simple, los coches con pila de hidrógeno garantizan consumir menos cantidad de combustible que los coches convencionales impulsados a gasolina o diésel.
Con respecto a los coches eléctricos
Es bueno destacar que un vehículo eléctrico gasta unos 14 kWh cada 100 kilómetros recorridos, es decir, prácticamente la mitad de lo que gasta con coche con pila de hidrógeno. Otro aspecto que mantienen al modelo eléctrico por encima, es que los coches impulsados por hidrógeno llegan a gastar hasta el doble de la energía que los eléctricos solo para consumir 1 kilogramo de hidrógeno; detalles significativos que debemos tomar en cuenta si pensamos y tenemos los medios para comprar un coche con estas características especiales.
Comparativa de costos al momento de repostar
Es quizá, uno de los datos más interesantes, el saber cuánto gastamos al momento de repostar nuestro coche de hidrógeno con respecto al resto. Para empezar podemos mencionar que repostar un coche a gasolina, luego de recorrer unos 100 kilómetros tendría un estimado de 5, 27 euros, sin embargo, a la hora de repostar un coche con pila de hidrogeno luego de consumir 1 kilogramo de este combustible, gastaríamos aproximadamente unos 12 euros, ya estaríamos hablando de más del doble de dinero.
Por último, si evaluamos lo que puede gastar un coche eléctrico luego de 100 kilómetros de recorrido, estaríamos hablando de unos 2,38 euros aproximadamente, lo cual lo convierte en el coche más económico a la hora de circular.
Queda claro que cualquiera de las opciones es importante, principalmente porque contribuyen con lo que se busca a nivel mundial, terminar con la contaminación; pero a pesar de los muchos de beneficios no debemos olvidar que, almenos por ahora, adquirir uno de estos vehículos y luego mantenerlos es realmente costoso. Se está trabajando para que estos costos mejoren y sean más amigables con nuestro bolsillo, y es de carácter obligatorio, porque de no ser así no tendría tanto sentido, ya que solo pocos podrían acceder a estos modelos.
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