Este es uno de los capítulos más tristes y visibles del cierre de uno de los carroceros con más años de historia en el mundo del automóvil y responsable de algunas de las creaciones más icónicas del mundo del motor. Y que desde su bancarrota el pasado año 2014, no ha logrado reunir los fondos necesarios para reflotar la empresa.
Colección
Los ejemplares que quedan no suponen el total de la colección completa original, ya que en 2011 la empresa italiana tuvo que deshacerse de parte de su colección, poniéndola a la venta para recuperar fondos. Aunque aun queda un gran número de modelos y sobre todo, algunos de las piezas más representativas del carrocero, que en su dilatada carrera colaboró con algunas de las más grandes marcas del planeta.
Entre los numerosos prototipos y concept cars destacan ejemplares tan insignes como un Lamborghini Miura S de 1967, uno de los diseños más recordados de todos los tiempos, al igual que el Lamborghini Countach del que disponen de una unidad de 1987. Otro icono es el Lancia Stratos, prototipo en versión de calle de 1975.
Otras joyas clásicas que podemos encontrar son los Alfa Romeo Giulia Sprint y Giulia SS de 1963, aunque el grueso de la colección se corresponde con los numerosos prototipos que presentaba la marca regularmente cada año en los distintos salones del motor. Como el Porsche Karisma de 1994, un modelo de 4 plazas y motor central o el impresionante Genesis, un monovolumen de principios de los años noventa dotado del motor V12 del Lamborghini Countach.
La colección debe venderse al completo por una sencilla razón. Es considerada bien de interés cultural para Italia, por lo que el comprador no puede sacarla del país. Así que el futuro del museo de Bertone al menos está asegurado como colección, al menos unos años más.
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