A muchas personas les da miedo conducir; hay un gran porcentaje de accidentes de tránsito motivado a los nervios de ciertos conductores, y generalmente estos accidentes terminan en graves lesiones y hasta en la propia muerte. Las personas que sienten miedo al manejar son propensas a cometer errores, y esto se debe a que los nervios no los dejan pensar con claridad, su mente se tranca, y terminan generando males mayores a ellos mismos, a sus acompañantes y a otros conductores o peatones. Luego de ello, los problemas se incrementan, porque no solo se enfrentan a multas y sanciones legales, a veces hasta deben costear los medicamentos, las operaciones y todo lo que tiene que ver con la recuperación de quienes se vieron afectados tras un accidente.
Conducción por necesidad
Es un hecho, los nervios y el miedo al conducir es un grave problema que debemos darle atención y saber cómo tratar. Pero quizás usted diga que todo se soluciona con que la persona temerosa no se siente tras un volante; a veces esa sería una buena solución, sin embargo, debemos tomar en cuenta que no todo el que conduce lo hace por el simple placer de hacerlo, en muchos casos, y aunque cueste creerlo, las personas conducen por una necesidad. Pudiéramos poner como ejemplo, el caso de alguien que viva alejado de la civilización, en una carretera, en una montaña, o en una zona aislada. Generalmente el transporte público es muy malo en estas zonas, y es allí cuando el conducir un coche se convierte en una real necesidad.La Amaxofobia
Ahora sería bueno preguntarnos, ¿porque produce miedo conducir? La razón tiene que ver con un término medico llamado "Amaxofobia". Es definida como una fobia específica, que se produce antes y durante la conducción, y que puede afectar otros niveles. La Amaxofobia no se trata solo del temor a conducir, sino de la desconfianza que nos generan otros conductores.
Causas que pueden provocar Amaxofobia
Los psicólogos concuerdan en que la Amazofobia se produce por diversos factores, y no necesariamente se le puede achacar a un accidente de tránsito. En la mayoría de los casos, el problema crece porque a las personas simplemente no les gusta conducir. Los seres humanos somos muy complejos, y cada quien piensa y razona de manera distinta; no en vano existe el refrán que indica "cada cabeza es un mundo" y esto se debe a que todos pensamos y actuamos diferente, y de acorde a lo que consideremos que es correcto. Hay muchos casos en concreto que pudieran provocar Amazofobia, como por ejemplo, acostumbrarnos a viajar en bus o en metro, o simplemente caminar ya que todo a nuestro alrededor es cercano. A la larga, esto provoca que muchos conductores sientan miedo al conducir, debido a que ya se desacostumbraron.
Otra razón que explican los psicólogos son las preocupaciones que, a través de los años, van incrementando en nosotros. A veces pensar que podemos chocar con otros coches mientras vamos a nuestro trabajo, o cuando llevamos a nuestros niños a la escuela; a veces sentimos temor de sufrir un infarto en la carretera, un desmayo, o inclusive quedarnos dormidos. Son diversos factores y causas, todo depende de nuestra manera de pensar y nuestro entorno.
Quién puede sufrir Amaxofobia
Generalmente las personas mayores de 40 años, y en su mayoría son mujeres. A pesar de todo, no podemos exceptuar a los hombres, ya que existe un gran número del género masculino que siente miedo al conducir y por su "hombría" miente o lo esconde; algunos ocultan su temor al decir que "conducir es cosa de hombres", aunque reconocer nuestros temores no significa debilidad.
Cómo podemos superar este problema
Como todo problema psicológico la solución debe ser tratada dependiendo del grado de Amaxofobia que tenga el paciente. Lo primero siempre será identificar cuál es su nivel, cómo se manifiesta. Hay tres niveles en los que se trata la Amaxofobia, a saber, pensamientos anticipatorios, las técnicas que controlan las reacciones fisiológicas y una programación para enfrentarlo gradualmente.
Una buena manera de comenzar a erradicar el problema es pensar de manera positiva. Debemos poner de nuestra parte para desterrar, por así decirlo, cualquier pensamiento que nos bloquee cuando nos sentamos tras el volante de nuestro coche, como por ejemplo, "puedo chocar", "me van a pitar porque soy lento", "se me va a apagar el coche en subida", etc. Si es este el caso, pregúntese, ¿por qué no seré capaz de superar estos inconvenientes si se me presentan? Cuando conduzca hágalo relajado, disfrútelo, y no se deje presionar por el que viene detrás, y mucho menos por el que siempre quiere llegar más rápido que el resto. Ceda el paso, haga caso omiso a las malas palabras o gestos de otros conductores, a la final, quién realmente importa es usted y su seguridad.
La relajación mientras conducimos irá derrotando poco a poco nuestros temores. La solución al temor a conducir es más sencilla de lo que se cree, todo dependerá de nuestras ganas de querer superarlo. Hay que tomar en cuenta que la presión es la menos indicada, por ello, no se presione, al contrario, vaya gradualmente poniendo en práctica cada consejo, y si cree necesario una visita al psicólogo, hágalo, con seguridad él le orientará a enfrentarse y a dejar a un lado sus temores al tomar el volante. No olvide, haga de su conducción una experiencia única que le genere grandes satisfacciones.
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