Se puede decir que el proceso de fabricación se divide en seis partes: prensas, chapisterias, pintura, motores, montaje y revisión final. Aquí, trataremos de explicarte que ocurre en cada una de las partes del proceso.
1.- Prensas
Antes de empezar, quiero decir que la mayor parte del vehículo es fabricado por proveedores, sobretodo piezas como faros, paragolpes, volantes, asientos, llantas... El fabricante se encarga principalmente de realizar la carrocería y motor, para ello, todo comienza en el taller de prensa. El acero viene en unos rollos grandes y pesados, los cuales se colocan en unos rodillos que hacen correr el acero a la vez que una prensa lo corta a la medida necesaria.
Con el proceso de estampación se da forma al acero, para ello, un juego de troqueles se coloca en la prensa en función de la pieza que se desea hacer. El troquel, es capaz de cortar, perforar y dar forma a una determinada pieza, por lo que es la máquina más importante del taller de prensas, y por eso su mantenimiento y puesta a punto es vital.
Cuando se quiere hacer otra pieza, se debe realizar un cambio de troqueles, para ello, un proceso automatizado se encarga de dicha tarea y, en un tiempo no superior a 7 minutos, la prensa puede volver a estar en funcionamiento.
Una vez se hayan terminado de estampar todas las piezas, y pasar un primer control de calidad, se pasa al siguiente proceso.
2.- Chapistería
Es la parte en la que se ensamblan las diferentes partes de la carrocería, tanto la construcción de la carrocería como en el ensamble de paneles. En Volkswagen Navarra hay dos talleres dedicados a esta función, en el primero se encargan de ensamblar los elementos de la carrocería sin partes móviles (puertas, maletero...) y en el segundo se ensamblan puertas, capots y portones. Este trabajo, se caracteriza por su alto porcentaje de automatización.
Al finalizar el proceso de ensamblaje del chasis, se montan a la carrocería las partes móviles y pasan un control de calidad para verificar que todo este en marcha antes de pasar a pintura.
3.- Pintura
El proceso de pintado de la carrocería se divide en dos fases. En la primera, la carrocería se protege de la corrosión y agentes externos, además, facilita la adherencia de la pintura. En esta fase se aplican también las masillas de sellado, cera protectora de huecos, etc.
Después, la carrocería es lavada a alta presión, además de aplicar varios tratamientos químicos para evitar grasas, proyecciones, etc. que hayan podido producirse en chapistería. Después de este pre-tratamiento, se sumerge la carrocería al completo en lo conocido como cataforesis, donde comienza la segunda fase.
En la cataforesis la carrocería es sometida a una tensión eléctrica, actuando de cátodo y atrayendo partículas de pintura disociada, creando una capa de pintura que protege la carrocería por completo a la corrosión, debido a que, gracas a sumergir la carrocería, los productos de la cataforesis entran hasta el rincón más pequeño.
Tras un secado al horno, las carrocerías se ordenan según el color que se pintarán. Esto es debido a que es más productivo pintar un grupo de carrocerías de un mismo color que de colores alternos. Antes de empezar a pintar, se deberá revisar el acabado de la cataforesis por si tuviera alguna imperfección y se prepara la carrocería para entrar en pintura, limpiándola mediante un soplado/aspirado y unos rodillos de plumas.
Por fin, la carrocería estará lista para ser pintada. Primero, se pintan los interiores y huecos para después pintar la carrocería por la parte exterior. Después, una ultima capa de laca 2k (dos componentes, laca y catalizador para que esta se seque) es aplicada para introducir la carrocería en el horno de secado. Cabe destacar que debido a la normativa actual, se emplean pinturas base agua, mucho menos dañinas para el medio ambiente y menos peligrosas que las pinturas de base disolvente.
Antes de finalizar en pintura, deberá pasar un control de calidad donde se pulirán los desperfectos que hayan podido quedar, para pasar al almacén de secuenciación de montaje. Cabe destacar que en la planta Volkswagen de Navarra, existe una capacidad productiva de 1.500 carrocerías al día solo en pinturas.
En el segundo capítulo, seguiremos contando como continua el trabajo, aunque ya os adelantamos que de aquí en adelante el factor humano tiene mucho que ver antes de que el coche pueda salir de la fabrica con destino final a sus nuevos propietarios.
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