Aunque no lo crea, nuestro coche es como el cuerpo humano, tiene ciertas piezas que son indispensables para su normal funcionamiento. El motor viene siendo lo que motiva a nuestro coche, sin él, solo tendríamos un armazón con cuatro ruedas, muy parecido a los modelos que se exhiben en los famosos museos del transporte. Siempre recalcamos cuán importante es el mantenimiento preventivo porque, si lo llevamos a nuestro cuerpo, este sería una especie de visita periódica a nuestro médico de confianza. Para estar bien debemos seguir las indicaciones de los galenos, y lo mismo ocurre con nuestro coche, debemos seguir todas las instrucciones de nuestro mecánico de confianza.
Una de las piezas más interesantes en el motor de nuestro coche es el radiador pues evita, por así decirlo, que nuestro motor sufra de fiebre. El agua o líquido refrigerante que circula a través del radiador es el responsable de que nuestro propulsor se mantenga con una temperatura estable, ni más ni menos. Cuando la temperatura de nuestro coche se mantiene en su punto, nuestro motor funciona a las mil maravillas, caso contrario sufriríamos de recalentamiento y eso a su vez generaría problemas cuyo costo generalmente es bien elevado. Por ello, como conductores y dueños de coches, debemos estar al pendiente de cómo funciona el proceso de la temperatura, valiéndonos de los indicadores que encontramos en nuestro tablero.
Pero ahora imagínese que su coche perdió toda el agua o todo el líquido refrigerante, ¿Qué hacer en esas circunstancias? ¿Qué consecuencias traería para nuestro coche circular sin el líquido que refrigera el motor? Es muy importante mantenerse alerta si se presentan estos momentos, ya que las consecuencias, dependiendo de nuestro vehículo, pudieran ser realmente serias. Existen diversas razones por las que nuestro coche pudiera perder el agua o líquido refrigerante, aunque a veces, la solución es muy sencilla.
Rastro de agua al estacionar el coche
No se alarme si al estacionar su coche nota que debajo se formó un charco de agua, ya que, si usa el aire acondicionado, lo más seguro es que esto se deba a la condensación. Esto siempre sucede, sobre todo si conducimos en lugares donde el calor es intenso. A simple vista, y pasa frecuentemente, nos dará la impresión de que tenemos una avería en el coche, pero no en todos los casos es así, y ese proceso de condensación por el aire acondicionado y el bote de agua es algo normal y que no podemos evitar. La única razón para sentir preocupación es si su coche no tiene el sistema de aire acondicionado o si éste está descompuesto. En ese caso, acusa al mecánico para que le realicen una inspección.
Depósito del agua
Si existe un bote de agua o líquido refrigerante hay que revisar en primera instancia si se debe o nó a una fuga en el radiador o los ductos. Lo primero que se recomienda es revisar el depósito del agua, y ver si no está agrietado. Si notamos que esta normal, el segundo paso es revisar la manguerita que une el depósito del agua con el radiador, y cerciorarnos de que este bien apretada en ambos extremos y que no posee algún orificio.
Cuando nuestro vehículo tiene una fuga de agua debemos corregirlo lo antes posible, ya que las consecuencias por reparación son extremadamente costosas. Las piezas que generalmente se ven afectadas por el recalentamiento son las bielas, empacaduras, el cigüeñal y los pistones. Hay muchos mecánicos que utilizan la frase "se fundió el motor" cuando el recalentamiento no es detectado a tiempo y continuamos rodando el coche. Cuando un motor se sobrecalienta tiende a detenerse, dependiendo de su tecnología, o de lo nuevo o antiguo que sea. Algunos coches actuales poseen sensores que detectan el recalentamiento y apagan el motor para evitar daños mayores; pero todavía ruedan muchos modelos con la vieja tecnología, que no se apagan antes, sino después del recalentamiento, cuando ya los daños son inevitables.
Limpieza del radiador
Otra de las cosas que recomiendan los expertos es que limpiemos el radiador para evitar que se acumulen sedimentos o que simplemente se oxide y pierda sus propiedades. Un radiador tapado u obstruido por la sedimentación podría generar recalentamientos en el motor ya que éste no recibiría la cantidad de agua o refrigerante necesaria para mantenerse frio.
Pero ¿podemos limpiar el radiador de nuestro coche nosotros mismos? La respuesta es sí, siempre que seamos precavidos y realicemos los procedimientos con cuidado. Primero, el radiador debe estar frio, preferiblemente antes de encender el motor. El radiador experimenta altas temperaturas, por lo que podríamos sufrir quemaduras si tratamos de limpiarlo cuando está en su punto máximo.
Cómo limpiar el radiador
El procedimiento es muy sencillo, destape el radiador, use un cepillo, agua y jabón. Con el cepillo limpie las parrillas, y notará como salen sedimentos con facilidad. Drene el radiador, destapando el taponcito o tapa que está debajo, y luego enjuáguelo. El líquido refrigerante es tóxico por lo que se recomienda el uso de guantes. Cuando termine de drenar, tape nuevamente y llene a tope el radiador. Revise las mangueras, y vea si no están agrietadas. Cuando esté listo, haga una mezcla, mitad de agua y mitad de líquido refrigerante, y luego llene el radiador. El último paso es purgar el radiador, y para ello, encendemos el motor con la tapa de radiador abierta, esperamos unos diez minutos hasta que hasta que se caliente y salga el aire del radiador; así habrá más espacio para lograr una óptima refrigeración.
Como vemos, mantener al día el radiador del coche es muy sencillo, y hacerlo evitará recalentamientos innecesarios y resultados catastróficos para nuestro motor.
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