A todos siempre nos pasa que, a la hora de conseguir alguna falla en nuestro coche, nos invade un gran desespero al no saber cuál es la razón, el motivo, y si es de fácil reparación, económico o costoso. El motor de nuestro vehículo está compuesto por un sinfín de elementos, todos en sincronía, y cada uno juega un papel fundamental en el normal desenvolvimiento de nuestro propulsor. Hay algunas piezas que, por su composición, llegan a ser de vital importancia para movilizar el coche, pero también hay otras que no dejan de ser importantes, pero que nos permiten continuar con nuestro recorrido por determinado tiempo.
Muchos expertos en mecánica automotriz concuerdan en que lo más importante de un coche es todo su sistema eléctrico. Las piezas eléctricas generan muchos beneficios tanto dentro como fuera de nuestro coche, como por ejemplo, hacen que funcionen las luces de freno o stop, tan importantes para avisarle a los conductores que vienen detrás que nos detendremos, o encienden los faros delanteros para alumbrarnos el camino por las noches. El sistema eléctrico hace que funcione el aire acondicionado, las luces internas del habitáculo, las de cruce, encienden los leds del tablero, el electro ventilador que enfría el motor, y pare usted de contar.
El acumulador de energía
Pero ¿de dónde sale toda esta energía, y quien la almacena? La respuesta es muy sencilla, en la batería. Se le conoce como el acumulador de energía, aquel que hace posible el correcto funcionamiento eléctrico de nuestro coche. Las baterías son un elemento muy importante, y como todas las piezas, tienen un tiempo de vida útil. Muchas veces de nosotros depende su tiempo de vida, del trato que le demos, y en algunos casos, de que nos mantengamos al pendiente de su mantenimiento, el cual pasa por revisar, en algunos modelos, el nivel del agua destilada que contiene la batería.
Pero ahora surge otra interrogante, ¿Cuándo debemos cambiar nuestra batería? Hay muchas personas algo paranoicas que cada cierto tiempo cambian la batería de su coche sin que esta lo amerite, tan solo por el hecho de decir que lo hacen para "evitar cualquier inconveniente". Pero si su batería no da señales de que debe sustituirse le recomendamos que no haga eso, y si decide cambiarla, deje la batería vieja en manos de los vendedores, quienes sabrán qué hacer con la batería dañada o en mal estado, sobre todo para evitar contaminación en el medio ambiente.
Los principales síntomas de que la batería debe cambiarse
¿Cuáles serían las señales que nos indican que nuestro acumulador de energía necesita ser sustituido por otro nuevo? Lo primero, y más rápido, es esa luz indicativa en nuestro tablero, una que generalmente es de color rojo, y que precisamente tiene la forma de una batería. Este led nos indica que nuestra batería comenzó a fallar y que, a medida de que pase el tiempo, se presentarán fallos de orden eléctrico peores. En este caso, puede comenzar a buscar una nueva batería con tiempo ya que no debe sustituirla inmediatamente, pero a fin de cuentas deberá hacerlo sin tantas demoras.
Si nuestro motor enciende como coche de policía, es decir, al instante, pero de repente notamos que comienza a tardar o que le cuesta hacerlo, podría ser otra señal de que nuestra batería comenzó a perder sus prestaciones. En tercer lugar, podemos mencionar otro detalle que se denota fácilmente, la intensidad de nuestras luces, tanto internas como externas; comenzaremos a ver como la intensidad de las luces se pierde, en el caso de los faros, se verán más atenuados, y lo mismo para las luces de freno. En el interior veremos que la intensidad de las luces ya no es igual, y por ende, alumbran menos el habitáculo.
Cuando nos convencemos de que definitivamente la batería debe ser sustituida, el siguiente paso sería ¿cuál es la más ideal para nuestro coche? Todo dependerá del tamaño de su motor, e inclusive, del espacio que contiene la batería. Hay una ley que es del todo válida, mientras más grande y más potente sea el motor, más grande será el acumulador de energía; por ello, si su coche es pequeño ya sabe que no deberá usar una batería de grandes proporciones, y el caso también aplica cuando se trata de un motor grande, a este tampoco lo intentaremos encender con una batería pequeña.
Cuide su batería
Las baterías se clasifican por tamaño físico, tipo y ubicación de las terminales. Es por eso que se requiere que usted sea el máximo garante de la extensión de la vida del acumulador; pero ¿cómo logramos eso? Muy sencillo, sin abusar, tratando bien a la batería, evitando dejar luces o cualquier otro instrumento encendido sin necesidad. Recuerde, a medida que se encienden todos los mecanismos que dependen de la batería, ésta sufre desgaste; lo ideal es que la batería cumpla su tiempo de vida útil, y que no seamos nosotros los que provoquemos su muerte, por así decirlo.
Baterías AGM
Felizmente, las baterías de ahora contienen su propio líquido y no necesitan que nosotros estemos detrás de ellas, midiendo el nivel del agua que contienen. Este líquido se gasta a su debido tiempo, y cuando ocurre, el acumulador deberá sustituirse. Las baterías con las siglas AGM tienden a mantenerse bien, en caso de una descarga profunda, esas que ocurren cuando dejamos las luces encendidas toda la noche. Aunque las baterías AGM son más costosas, a la larga se dañan menos, y duran el tiempo de vida útil para el que fueron diseñadas.
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