Cómo quitar el hielo del coche

Ahora que las bajas temperaturas se ha ido prolongando y propagando por el hemisferio norte, es momento de tomar las medidas oportunas para no poner en peligro la conducción de los usuarios y a la vez, garantizar la seguridad de los mismos. De este modo, es posible que nuestros coches se encuentren en un estado un tanto problemático a gran escala y es que con la aparición de la determinada escarcha en los cristales del coche se pone en peligro la conducción y la seguridad de todos los ocupantes. Esto se debe principalmente a un contraste de temperaturas mezclado con la humedad del ambiente, que permite que se genere una fina capa de hielo durante altas horas de la noche.

Es posible que tengas consciencia de distintas medidas preventivas para evitar esta situación, eso sí, no le hagas caso a ninguna antes de tiempo y es que se recomienda tener en consideración cualquier medida testada y que no ponga en peligro el propio vehículo y la vida del conductor y sus ocupantes. Una de las medidas más utilizadas es abrir el coche y arrancarlo, aprovechando el calentamiento del motor y con unos suaves golpes de gas, hará que los vapores vayan quitando poco a poco el hielo. Eso sí, es frecuente que esta medida te haga salir de casa con una media hora antes de lo previsto.

Una de las medidas que se ha ido prolongando durante la era actual no es otra que el hecho de frotar el cristal con una patata que ha sido cortada por la mitad y aprovechar el almidón para que se genere una película que evita la acumulación de la humedad. Este tipo de solución tiene algunas dificultades y no es otra que con la aparición de la lluvia o frio pueda irse eliminando esta película protectora.

Otras soluciones

No es de extrañar que a lo largo de la península veamos varios modelos que cuentan con trozos de cartón por nuestras lunetas y cristales de los coches bien pegados al mismo. Esto hará que el protector esté bien agarrado. Por otro lado, se puede rociar con agua y vinagre, aprovechándose el pH que tiene este último, generando un efecto antihielo.