No se puede negar que unos de los componentes más importantes en un automóvil es el sistema de frenos. No obstante, debido a su uso constante ya sea por el rozamiento de las pastillas y el disco así como también a la alta temperatura, el desgaste de sus componentes se torna de una manera drástica. Es por ello, que para la conducción segura es de vital importancia el tener siempre en buen estado las pastillas de freno del auto ya que de lo contrario, las posibilidades de sufrir un accidente tienden a multiplicarse exponencialmente. Aunque no existe un límite de tiempo para reemplazar las pastillas, pues esto variará de acuerdo con la frecuencia que uses tu coche ya sea para trasladarte en la ciudad o viajar en carretera, se recomienda según los expertos, hacer una revisión de las pastillas por lo menos cada 20.000 kilómetros.
Las pastillas de freno cumplen la función de apretar el disco creando una fricción que de acuerdo a la intensidad aplicada aminorará o detendrá el disco por completo, por lo que nuestro vehículo disminuirá la velocidad al aplicarle los frenos o en caso de una emergencia y tengamos que aplicar toda la potencia del pedal, este reaccionará bloqueando la rueda para su frenado inmediato. Indiferentemente el uso que le demos al vehículo, las pastillas se desgastarán y en cualquier momento habrá que reemplazarlas. Muchos son los indicativos que nos avisan el momento en donde deben cambiarse las pastillas. En el tablero de instrumentos existen luces que de acuerdo al modelo de cada auto se ubican en diferentes sitios, de ahí la importancia de que usted consulte su manual para que esté atento a los avisos luminosos que podrán encenderse en el tablero. Otra forma es cuando aplicamos los frenos y estos producen ya sea un chillido u otro sonido, o se produzca la sensación de unas frenadas más largas que lo normal. Ante estos indicativos, resuélvase a revisar el estado de las pastillas pues lo más probable es que haya que reemplazarlas.
Una vez que nos percatemos que hay que reemplazar las pastillas y hayamos ido a la venta de refracciones a adquirir un juego nuevo de las mismas debemos contar con algunos implementos como el gato, la llave de cruz o la que trajo el auto para aflojar las tuercas o tornillos de los neumáticos, una llave Allen, un destornillador plano, un alicate, un juego de llaves fijas y un dispositivo de presión para los pistones del cáliper. Lo primero que debes hacer es aflojar los tornillos o tuercas de las llantas; una vez hecho esto usa el gato para levantar el automóvil y asegúralo con un burro o taco de madera para trabajar con mayor seguridad. Una vez hayamos retirado los neumáticos debemos girar el volante en la misma dirección en la cual trabajaremos, de modo que el sistema de frenos quede en frente de nosotros y el trabajo sea más fácil.
Introduce el pistón del cáliper o pinza
Antes de retirar la pinza y para que sea más cómodo es necesario introducir el pistón, para ello debes hacer palanca con el destornillador plano entre el pistón y la pastilla empujándola hacia adentro. Una vez terminado esto el siguiente paso es aflojar los tornillos de la pinza, para ello te puedes valer de una llave según sea la medida del cabezal del tornillo, una vez flojo puedes extraer la pinza de freno y retirar las pastillas desgastadas.
Coloca las pastillas nuevas
Las pastillas nuevas deben entrar con la misma facilidad con que salieron las viejas; pero ojo, debes presionar el pistón de la pinza valiéndote de una herramienta especial que tiene un tornillo en el centro que empuja el pistón hacia adentro de la pinza, si no lo tienes lo puede hacer haciéndole palanca con otra herramienta, las nuevas pastillas son más gruesas por lo que es necesario que el pistón este adentro en su totalidad. Otro detalle es que la mayoría de las pastillas nuevas traen consigo unas chapitas metálicas que permiten la movilidad de las mismas, es necesario reemplazarlas pues las antiguas presentan desgaste, al igual que otras piezas o partes metálicas se deben aceitar para que haya una facilidad en su encaje.
Coloca la pinza nuevamente
Una vez con las pastillas nuevas en su sitio debemos colocar la pinza en el lugar correspondiente y comenzar a armar el sistema de frenos. Cuando el coche tiene pastillas nuevas el depósito del líquido de frenos se rebosa y tiende a derramarse, esto es normal y no te preocupes por ello. Una vez colocada la pinza procedemos a apretar los pernos o tornillos con fuerza y después de esto colocaremos el neumático y bajaremos el auto para terminar de apretar los tornillos o tuercas de la llanta.
Debes bombear los frenos
Después de haber cambiado las pastillas de ambas ruedas delanteras procede a encender el coche y pisa el pedal de freno de manera continua hasta que sientas que el sistema adquiere presión. Una vez hecho esto es que podrás arrancar tu auto, no obstante, ten presente que debes iniciar la marcha a poca velocidad y aplicar el freno varias veces, incluso si puedes hazlo en reversa también. Esto permitirá que las pastillas se asienten y comprobarás que no existan problemas en el sistema de frenos. Durante las primeras frenadas sentirás que el coche tarda un poco más de lo normal en aplicar, esto es normal y desaparecerá a medida que las nuevas pastillas se asienten al disco; por ello es importante que mantengas una distancia prudencial ante el vehículo de adelante de modo que no tengas que frenar bruscamente. Siguiendo estos consejos lograrás cambiar las pastillas tú mismo, te ahorrarás la ida al taller y tu bolsillo te lo agradecerá.
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