En la actualidad existen muchos consejos para conducir de manera correcta. Manuales, escuelas, y hasta cursos de manejo nos han refinado, por así decirlo, para ser expertos tras el volante, mejorando en gran medida nuestra calidad de vida y reduciendo de manera importante muchos accidentes viales que a la larga se traduce en resguardar nuestra propia integridad física y la de nuestros acompañantes en un momento determinado. Ser buenos conductores no solo implica manejar nuestro coche de manera responsable, también incluye respetar el derecho que tienen las demás personas a circular, especialmente a quienes andan a pie, mejor conocidos como peatones.
Aunque las leyes de tránsito se hicieron para mejorar la circulación de coches, motocicletas y vehículos de mayor envergadura para nadie es un secreto que existen muchas personas que se creen por encima de las normas, y viven infringiendo cosas tan simples como respetar la luz roja. Los índices de accidentes por imprudencia de los conductores son alarmantes; cada año son miles los que sufren de lesiones severas a causa de siniestros, y en el peor de los casos, terminan con problemas físicos el resto de sus vidas, eso sin contar a todos aquellos que pierden la vida.
Educar antes de sancionar
Sancionar no es suficiente, hay que educar desde la propia infancia a los futuros conductores y transeúntes de nuestras ciudades. En ese sentido en este artículo estaremos desarrollando de manera breve algunos consejos que tienen que ver específicamente con los peatones; recuerde, cuando hablamos de circular no solo nos referimos a conducir un vehículo por alguna avenida, esta frase también le aplica a quienes caminan por las aceras. Los peatones somos responsables de velar por nuestra seguridad, y para ello debemos estar siempre alertas, evitando cualquier situación que genere riesgos innecesarios e inclusive, recordándole a otros las normas cuando las circunstancias lo ameriten.
El error del egocéntrico
El primer error de los transeúntes es pensar que "se las saben todas, más una". Hay miles de personas en el mundo que su obstinación las llevan a creer que sencillamente no les hace falta aprender nada nuevo, porque según ellos "todas las circunstancias son obvias"; es allí cuando comenzamos a educar nuestros cerebros para que se convenzan de que los recordatorios no son necesarios porque inclusive, si desobedecemos o pasamos por alto alguna regla no ponemos en riesgo a nadie. Sin embargo, las normas básicas del buen peatón indican que aquellas situaciones que parecen "inofensivas" terminan transformándose en una especie de imán para las tragedias.
Qué hacer dentro de la ciudad
A veces por la premura a todos se nos olvida cruzar una calle por el lugar indicado, y terminamos lanzándonos a la deriva, esquivando coches, motos, camiones y cualquier vehículo en circulación; pero lo peor de este tipo de imprudencias no es en sí que ya estamos infringiendo la ley, sino que además nos molestamos si un coche nos pasa muy cerca, o si los conductores no detienen su andar para dejarnos cruzar. El caminante responsable sabe que en las esquinas es el lugar más apropiado, especialmente en las zonas demarcadas como los pasos de cebra, en los semáforos, o donde nos lo indique algún agente de tránsito.
Espera a cierta distancia
Otro de los buenos consejos que debemos tomar en cuenta para evitar roces o contratiempos con coches que se salgan de control es esperar para cruzar la calle a cierta distancia de los bordes de la acera, incluso se recomienda alejarse del bordillo. Cuando finalmente crucemos debemos hacerlo en línea recta, y evitar movimientos que puedan confundir al conductor, esto en el caso de que caminemos por alguna zona con demarcaciones, pero que no cuente con semáforos.
Sea buen observador
Ser observadores, estar con los ojos bien abiertos nos indica que, cuando crucemos una calle debemos ver a los lados para cerciorarnos de que no vienen coches cerca, o en su defecto, medir a que distancia de nosotros se encuentran. Los expertos en seguridad peatonal recomiendan mirar primero a la izquierda, luego a la derecha y finalmente de nuevo a la izquierda, ya que alegan que ese es el sentido desde donde vienen los autos o motos del carril más cercano a nosotros; resulta increíble, y hasta chistoso en cierto modo, pero aún existen personas que se aventuran a cruzar una calle sin mirar a los lados, y lo peor de todo es que se ofenden si escuchan el toque de una corneta avisándoles de su imprudencia.
Sea paciente incluso cuando sienta que pierde el tiempo
Para culminar no podemos dejar escapar el hecho de que todos estamos obligados a obedecer a los agentes de tránsito, quienes han recibido instrucciones para mejorar la circulación vehicular aunque en ocasiones no cueste aceptarlo. Siempre se dan esos casos en que nos molesta tener que esperar más de la cuenta cuando queremos avanzar hacia el otro lado de la calle y un agente de tráfico contradice las señales; un ejemplo de ello es cuando aguardamos en un semáforo, y se nos pasa la luz verde o el pase, debido a que un oficial de seguridad le otorga el paso a los vehículos, aunque la luz para ellos se encuentre en rojo. Esto es muy común en las llamadas "horas pico". Sea paciente, del apuro siempre queda el cansancio.
Existen otros consejos que también aplican a los peatones en las carreteras o autopistas que estaremos analizando en un próximo artículo.
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