La nueva generación del Renault Twingo presentada ayer, ha borrado de un plumazo la continuidad entre las distintas generaciones de un modelo, algo que suele ocurrir de cuando en cuando en la marca del rombo.
Hace ya varios años, la marca francesa comenzaba a negociar con Daimler para compartir algunas plataformas. Por aquel entonces, el Smart ForFour había significado una importante inversión para Daimler que no estaba dando sus frutos, y la compañía necesitaba remontar el vuelo, por lo que en 2010 terminaron por firmar un acuerdo con Renault para compartir la futura plataforma del Smart.
Desde entonces, los diseñadores de la firma francesa se sentaron delante de un folio en blanco, con la idea de diseñar un nuevo vehículo urbano, que sustituiría a un Twingo que quizás había crecido demasiado en su última renovación. Parece ser que los diseñadores tenían en mente el gran éxito que supuso el clásico Renault 5, y mezclando todo termino por llegar este nuevo Twingo que ayer podíamos conocer.
Los motivos del motor trasero
Quizás lo que más nos sorprende a todos es que absolutamente todos los Renault Twingo contarán con un motor trasero, situado en la parte baja del vehículo. De nuevo tenemos que recurrir al acuerdo con Daimler para explicar esta solución, puesto que todos los Smart llevan el motor en esta posición, y la marca no estaba dispuesta a cambiar esta filosofía.
Pero esto no ha sido un problema para Renault, que ha sabido encajar el motor trasero en la filosofía de un vehículo urbano ágil. Y es que precisamente el cambio de posición del motor permite al nuevo Twingo tener una mayor agilidad, con un radio de giro más cerrado, algo que en la ciudad puede ayudarnos a escapar de alguna que otra situación.
Otro de los motivos que ha llevado a Renault ha utilizar el motor trasero en el nuevo Twingo es el espacio. Se trata de un vehículo con unas cotas muy contenidas, y por ello el espacio interior cobra mayor importancia. El motor trasero permite eliminar muchos componentes que atraviesan la parte baja de nuestro vehículo lo que redunda en un mayor espacio para los ocupantes.
Quizás en el lado contrario de la balanza, encontramos que, al menos a priori, la posición en la que se sitúa el motor tan solo permite bloques de pequeño cubicaje, generalmente por debajo de los 1.000 centímetros cúbicos, aunque probablemente turboalimentados. Habrá que ver que nos tiene preparado Renault en este sentido.
Una imagen muy personal
Nadie puede negar las reminiscencias del Renault 5 en este nuevo Twingo. Esas formas redondeadas, y el detalle del ensanchamiento en la parte trasera a la altura de sus ópticas, claramente sacado de las versiones Turbo con motor trasero del clásico del rombo, no dejan lugar a ninguna duda. Pero el Renault Twingo original también tiene su hueco en esta nueva generación. A pesar de que la forma de las ópticas principales son más parecidas a un cuadrado que a un rectángulo, si nos fijamos, en su interior, la óptica principal es completamente redonda, mientras que el resto de la tulipa queda ocupada por los intermitentes.
Además, los faros secundarios, destinados a la iluminación diurna, que es de tipo LED, son también redondos, al igual que los faros antiniebla de las versiones que los incluyen, dejando muy claro su origen.
Las distintas pegatinas que nos ha mostrado Renault ya en su presentación, dejan muy claro que la personalización será una de las grandes bazas que jugará la marca del rombo, siguiendo la línea marcada ya por el Captur. A las pegatinas hay que sumar la opción de techo rígido, o practicable de lona, mientras que las opciones de carrocería se limitan tan solo a una, con cinco puertas, con la vista puesta en simplificar la gama.
A todo esto hay que sumar su gama inicial de cuatro colores, Rojo, Amarillo, Blanco, y Azul Claro, que sumados a su particular imagen, y el portón acabado en negro brillante, dan un toque distinto al nuevo Renault Twingo.
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