Solo falta un mes. Uno de los modelos más esperados del año se dará a conocer en solo un mes. Mini desvelará la tercera generación del Cooper en los Salones de Los Ángeles y Tokio, que coincidirán en fechas. Pero en Motor&Racing te adelantamos algunos aspectos técnicos que nos traerá esta nueva generación.
Muevas mecánicas modulares
Para empezar, el grupo PSA no ha colaborado con BMW para el desarrollo de las mecánicas, por lo que únicamente encontraremos mecánicas BMW. Contará con una familia de motores modulares, en la que cada cilindro tendrá su cilindrada. Te lo explico con un ejemplo para que lo entiendas. La gama la abrirá un 1.5l de 3 cilindros, siguiéndole de cerca un 2.0 de 4 cilindro, por lo que si atendemos a la ecuación, cada cilindro contará con 0,5 litros, y si Mini desea aumentar la cilindrada, solo añadirá un cilindro nuevo. ¿curioso, verdad?
Como ya te he comentado, todo comenzará con un 1.5l gasolina de 3 cilindros y con 138 CV, que tendrá una fuerza de 220 Nm desde las 1.250 R.P.M. La función overboost conseguirá aumentar el par motor a los 230 Nm de forma puntual.
La gama la sigue un 2.0l gasolina de 4 cilindros que contará con 190 CV y una fuerza de 280 Nm, ampliables a 300 Nm con la función overboost. Este motor quedará reservado al Cooper S.
Pasando a las mecánicas diésel, todo comenzará con un 1.5 tricilíndrico que ofrece 118 CV y 270 Nm, que según nos aseguran, consumirá hasta un 7% menos que el motor que sustituye.
Ambas mecánicas contarán con un turbo implantado directamente al colector de escape, distribución variable e inyección directa, todo procedente de la casa madre: BMW.
BMW no deja nada sin tocar, y las cajas de cambios también sufrirán modificaciones. La caja de cambios manual contará con un sensor gestión electrónica que acoplará las revoluciones del motor y las ruedas durante los cambios de marcha de forma totalmente autónoma, consiguiendo de este modo un "punta tacón" electrónico.
Por otra parte, las cajas de cambio automáticas serán asociadas al GPS para poder funcionar en modo predictivo a la hora de seleccionar velocidades, evitando, por ejemplo, subir de marchas mientras tratas de usar el freno motor en plena curva ligera.
Otro de los grandes beneficiados en esta serie de mejoras es el chasis. Estrenará plataforma, que se denominará F56, la cual la equiparán otros Minis e incluso la futura generación de modelos de tracción delantera de la Serie 1 y el Active Tourer.
Esta nueva plataforma seguirá contando con un tren delantero con columnas tipo McPherson y un tren trasero multibrazo. Por otro lado, se verá beneficiado de unos novedosos amortiguadores pilotados y una dirección eléctrica.
Además, BMW nos recuerda que esta nueva generación de Mini sufrirá una liposupción, empleando microaleaciones de acero y múltiples procesos productivos, optimizando de esta forma la cantidad de material empleado en la fabricación de cada pieza, logrando reducir así el peso total del Mini.
La seguridad es otro de los puntos que se ven beneficiados en esta nueva generación. Un capó activo, que se elevara automáticamente en caso de atropello, aumentando así las posibilidades de supervivencia del peatón.
Pasando a la estética, pese a ser continuísta todo cambia. En el frontal nos recibirá un capó bastante más afilado que el del actual Mini, en el que se integran los dos faros que contiene unas luces diurnas LED. En la parte trasera, unos creciditos pilotos traseros, una cola de escape central y una mayor caida del techo nos anunciará que nada es como hasta ahora hemos visto.
Estamos ansiosos por conocer al fin esta nueva generación de Mini, la cual parece que quiere dejarnos a todos sorprendidos.
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